LA ESPERANZA
La esperanza es hallar el bien que hay en los demás,
en lugar de indagar en el posible mal.
La esperanza abre las puertas
allí donde la desesperación las cierra.
La esperanza descubre lo que puede hacerse,
en lugar de lamentarse por lo que es imposible.
La esperanza recibe su fuerza
de la profunda confianza en Dios
y en la fundamental bondad humana.
La esperanza enciende una candela en la oscuridad,
en lugar de imprecar contra las tinieblas.
La esperanza considera
los grandes o pequeños problemas de la vida
como oportunidades.
La esperanza se propone grandes ideales y metas
y no se rinde por las repetidas dificultades y derrotas.
La esperanza empuja hacia delante
cuando sería más fácil abandonar y olvidarse de todo.
La esperanza se contenta con pequeñas victorias
sabiendo que aun el viaje más largo
empieza siempre por un pequeño primer paso.
La esperanza acepta las incomprensiones
como precio que hay que pagar
por el bien mayor de otros.
La esperanza sabe perder
porque se fundamenta en la certeza divina
de la victoria final.
James Keller