Las Poderosas Voces del Interior

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.No es fácil discernir la voz de la verdad entre las muchas voces que nos llaman. De hecho, es difícil incluso discernir cuando somos auténticamente sinceros: ¿Quién soy realmente? ¿Cuál es mi verdadero y genuino interés? ¿Entre las muchas voces que escucho, cual voz me va a llevar finalmente a la vida? ¿Cuál es la voz de Dios en mi vida?

Innumerables voces nos asaltan constantemente desde el exterior: Pantallas publicitarias, televisión, periódicos, revistas, Internet, las ideologías, la religión, las artes, la cultura pop, la moda, la publicidad, el atractivo de la celebridad, entre otras. Sin embargo, suele no ser difícil para reconocer que estamos, de hecho, siendo atacados por esas voces ya que éstas disimulan poco. Cada una tiene su propia cara: quieren nuestro dinero, nuestro voto, nuestro apoyo, nuestra solidaridad, nuestra lealtad, nuestra atención, nuestra participación, nuestra admiración, ó algo de nosotros. La sutileza no es su virtud, y normalmente no somos tan ingenuos como para pensar que de corazón tienen el más puro de los intereses; aunque en algunos casos, como la religión, las artes y la moda, sus mejores expresiones son para nuestro beneficio. Sin embargo, no somos tan igenuos como para dejarnos engañar por esas voces externas.

En lo que somos más ingenuos, es con las voces que nos llaman y que hacen verdaderas demandas desde nuestro interior. Debido a que estas voces son internas, es natural creer que de corazón, sus intereses son buenos, que hablan por nosotros mismos, que son la voz de la verdad.

¿Cuáles son esas voces que nos asaltan desde el interior, y  cuáles son las muchas voces externas?  He aquí algunos ejemplos bastante significativos: 

  • La voz de la grandeza personal, el ego, el egoísmo y la pereza. No somos altruistas por naturaleza. Gracias a los instintos naturales,  venimos a este mundo, instintivamente orgullosos, egocéntricos, narcisistas, y preocupados ante todo de nuestro propio bienestar, placer, y comodidad. A medida que maduramos  aprendemos de que la voz de nuestro propio interés no es exactamente la voz que nos llama a la vida; sin embargo, de este lado de la eternidad, esa voz nunca muere y sigue estando dentro de nosotros para siempre, como una voz que está dispuesta a acallar todas las otras voces.
  • La voz de la herida y la ira. Nadie llega entero a la edad adulta. No es una cuestión de si estamos heridos, sino es sólo una cuestión de el qué y el dónde de nuestras heridas. Y la voz de la herida está hablando siempre, sutilmente o no tan sutilmente, desde nuestro interior, llamándonos a sentirnos desconfiados, despreciados, ofendidos, enojados y vengativos. Nadie es inmune. Esta voz esta siempre diciéndonos que la paranoia, no la metanoia, es lo que nos lleva a la vida.
  • La voz de la depresión emocional y psicológica. La depresión fácilmente se disfraza de profundidad, como el altruismo o la santidad, y por lo tanto nos puede engañar haciéndonos creer que esta pesadez de espíritu da vida, cuando en realidad, está agotando el oxígeno y la vida  de nuestros cuerpos y almas. La voz de la depresión frecuentemente  se confunde con la voz de la religión, ya que pareciera que honra el ascetismo en lugar de lo mundano, y la cruz, cuando en realidad, no lo hace.
  • La voz del sentimentalismo y la piedad. El sentimentalismo y la piedad son muy fáciles de confundir con la empatía genuina o la auténtica devoción. Pero hay una diferencia no tan sutil: En la empatía genuina y auténtica devoción, las lágrimas son para otros, en el sentimentalismo y la piedad, las lágrimas que derramamos son por nosotros mismos.
  • La voz de la obsesión, de los "ángeles" y "demonios" interiores.  Hay un antiguo argumento en cuanto a lo que en definitiva, más influye en nuestro comportamiento: ¿la naturaleza ó la educación? ¿La genética ó el medio ambiente? Una serie de pensadores, entre ellos James Hillman, sugiere que lo que más influye en nuestro comportamiento no es ni la naturaleza ni la educación, pero ciertos "demonios" interiores, es decir,  "ángeles" y "demonios" interiores que nos asaltan, activan las obsesiones, y nos roban de la libertad. Cualquiera que se haya enamorado sin remedio y sin esperanza, reconocerá exactamente lo que puede hacer un "demonio" ó "ángel" interior. Hay algunas fuerzas más que paralizan nuestras vidas, pero hay pocas voces que pueden,  con tanta profundidad, hacernos creer que una persona determinada (y sólo esa persona) nos puede dar la vida. Si usted es un romántico, esta voz será la mayor fuente de energía y la mayor fuente de dolor en su vida al mismo tiempo, y, como la amarga experiencia ha demostrado, no siempre es la voz de la vida.
  • La voz del arquetipo, la genética, el origen étnico y el género. La sangre es más espesa que el agua, y también es una voz muy potente dentro de nosotros que nunca esta totalmente callada. No venimos a este mundo como un papel fotográfico sin utilizar en el que nada se ha impreso. Más bien entramos a esta vida con un poderoso ADN, dentro de nuestros cuerpos y almas, en el que muchas cosas ya están marcadas indeleblemente. Nuestro ADN, físico y psicológico, permanece siempre como una poderosa voz dentro de nosotros y, al igual que la voz de la grandeza personal, no siempre tiene de corazón el mejor de los intereses.

    No hay respuestas fáciles ó apropiadas para hacer frente a estas voces interiores, sin embargo, en  las palabras de James Hillman, un síntoma sufre más cuando éste no sabe a donde pertenece!