¿Qué culpa tienen los pobres-pobres de no tener nada?
Para la mayoría de ellos, el país, el clima, las circunstancias de indigencia total en las que han nacido y viven cada día han condicionado su historia. Ser pobre así (¡y hay tantos!) significa no sólo carecer de todo sino, además, estar débil, enfermo, terriblemente limitado, y por consiguiente no tener perspectivas, sólo lo más inmediato: sobrevivir hoy. Con otras palabras: como son pobres no trabajan (porque no pueden) y como no trabajan son pobres. ¿Existe un círculo más vicioso que éste?
¿Dispondrías de un minuto para representarte lo que significa vivir así?
Lee, por favor, y, si puedes, imagina:
-Derriba tu casa y constrúyete una barraca con vigas de desecho, hojalata y cartón.
-No preveas una habitación para dormir. Sustituye las sillas y sillones por troncos y cajas.
-Despréndete del coche, la televisión, la radio. Elimina la electricidad, el teléfono, el gas y el agua corriente. Suprime el frigorífico y el cóndor.
-Mira despacio tu despensa: una caja vieja con cuatro desechos, eso es todo.
Si ser pobre significa eso y mucho más, ¿cómo verías desde ahí a los que, poseyendo tantas cosas (como tú ahora), rehúsan compartirlas porque ‘sólo’ piensan en vivir ellos mejor?
A más de uno esta reflexión le ha cambiado la vida.
-Tira los vestidos lujosos. Si enfermas, que no exista médico, ni farmacia, ni hospital.
-Y luego, vive así con tu gente día y noche, en tiempo de lluvia y de sol, hoy, mañana y pasado mañana, si es que ¡lega ese día.
"Oh, Jesús, tú que sufres, permíteme verte en tus enfermos hoy y todos los días de mi vida; permíteme servirte cuidándolos a ellos."