«El primero entre vosotros será vuestro servidor».
Decir y hacer. El eterno dilema. Todos tenemos muy buenas intenciones, como, por ejemplo, a principio de año, pero el tiempo pronto nos recuerda lo inconstantes que somos. También en Cuaresma se pueden hacer propósitos, todos muy buenos. No se trata de pensar en muchas cosas, una, dos, tres a lo sumo. Y la primera y principal, estar dispuestos a servir a nuestros hermanos. Servir significa no sentirse superior a los demás, reconocer que todos tienen una palabra que decirnos (sí, todos) y aceptarlo con la humildad con que Cristo lavó sus pies a los Apóstoles. Siervo de los siervos de Dios, así se conoce al Papa. Que la humildad del gran teólogo, recientemente fallecido, Benedicto XVI sea nuestra referencia.
Oración.
Señor, sin tu ayuda
no podemos ni somos nada.
Asiste nuestra debilidad,
transfórmanos con tu Espíritu
y haznos capaces de ser
humildes servidores en tu viña,
para nuestro bien
y el de nuestros hermanos.
Amén.