«Aquí hay uno que es más que Jonás».
A todos nos gustan las seguridades. Ahora se llama “zona de confort”, pero ese deseo ha existido siempre. Quisiéramos saber con certeza que vamos a estar casados y ser felices con nuestra pareja, o que el sacerdocio nos va a dar la felicidad. No hay garantías. La fe es eso, “fiarse” de Dios. Saber leer los signos, los acontecimientos de nuestra vida, y ver en ellos la voluntad de Dios. Como María. Como José. Como el mismo Jesús.
Oración.
Aumenta nuestra fe, Señor,
para que vivamos ocupados
en tus cosas,
y no preocupados por lo que
hemos de decir o hacer.
Que tu Espíritu, Señor,
nos dé la luz y la sabiduría
para ver tus signos
en nuestra vida y seguirlos juntos.
Amén.