Miércoles tercero de cuaresma

Hoy, la referencia a la Ley del Señor es explícita. Moisés se la enseña al pueblo y le asegura que es fuente de sabiduría.

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.La posibilidad de incumplirla es una advertencia evangélica. “El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres, será el menos importante en el reino de los cielos” (Mt 5,19).

Sin duda que la pedagogía del castigo es un lenguaje que aparece con frecuencia en los textos bíblicos, que obedece a un contexto cultural, y que a algunas personas, por su forma de ser, les puede ayudar para ser fieles. Sin embargo, la enseñanza que sobresale hoy no es tanto la referencia al castigo, cuanto a la sabiduría que significa regirse por los preceptos del Señor.

Los preceptos del Señor “ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, que cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: «Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente» (Dt 4,6).”

Para quien ama no hay mandamiento pequeño o menos importante, pero es bueno alimentar el amor con la experiencia de la paz interior, sentir la agilidad mental, la disponibilidad, la lucidez que inundan cuando uno obra según Dios quiere. En cambio, si te dejas arrastrar por los impulsos negativos, poco a poco se entorpece tu espíritu y quedas cada vez más encerrado y triste.

Aunque sólo sea por la anchura que dilata el corazón cuando se actúa según la Ley del Señor, deberíamos cumplir sus mandatos. Una ayuda eficaz, según el texto bíblico, es no olvidar las acciones del Señor. “Que no se aparten de tu memoria mientras vivas, cuéntaselo a tus hijos y nietos” (Dt 4, 9).

Las enseñanzas de hoy pueden iluminar situaciones familiares, sociales, personales, cuando quizá se impone la violencia, el odio, la venganza, el sectarismo, y como efecto se enrarecen las relaciones, se hace irrespirable el ambiente. Por el contrario, en los lugares donde se vive bajo la Ley de Dios, a pesar de la contingencia humana, siempre hay posibilidad de restaurar los vínculos que unen.