Mis diez libros favoritos de 2013

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.“De gustibus non est disputandum” -que tiene su doble español en “De gustos no hay nada escrito”- es una famosa frase de san Agustín en la que sugiere que el gusto es algo subjetivo y lo que le atrae a una persona puede ser que no le guste a otra. Bajo ese dosel, me gustaría recomendaros los siguientes libros. De entre los que leí en 2013, estos diez se me quedaron en mí de un modo que los otros no lo hicieron. Así que, sin prometeros que vuestros gustos y los míos coincidan, aquí va esto.

a.- Entre las diferentes novelas que leí, recomiendo:

“Mi vida querida. Cuentos”, de Alice Munroe: Estos cuentos no os proporcionarán una fácil satisfacción moral, pero os abrirán horizontes. Son morales en el sentido de que llaman a las cosas como son. Munro podría haber titulado estos cuentos “¡Es lo que es!”. Después de publicar esta novela, ha ganado el Premio Nobel de literatura, sin que nadie se sorprendiera en Canadá.

“Comportamiento de vuelo”, de Barbara Kingsolver: Esta es una novela sobre el calentamiento global, que no será para todos lo más apetecible, aunque todos aprenderán de ella. Más importante que su mensaje moral es la luz que brilla en nuestra vida ordinaria. Dicho desde el punto de vista de una mujer joven, atrapada en la pobreza y frustrada por su falta de educación y de oportunidades, Kingsolver desnuda brillantemente el corazón humano, con sus tentaciones y sus virtudes.

“El hogar”, de Toni Morrison: Morrison no es fácil de leer, y su línea de cuentos no es siempre la más fácil de seguir; pero su estilo es arte, lo mejor, y su lenguaje lleva consigo un color y sentimiento que tiene pocos iguales entre los novelistas. No ganó el Premio Nobel, a pesar de merecérselo.

b.- En el género de biografía e historia, estos libros sobresalen:

“Hammarskjold, una vida”, de Roger Lipsey: Lipsey, usando montañas de material de los diarios y cartas de Hammarskjold, revela que este fue todo lo que se aludió en “Markings”, y más. Hammarskjold, como figura pública y en su vida privada, trató de reflejar la grandeza de la vida. Con cerca de 800 páginas -vale la pena un esfuerzo- cuenta la historia de una gran alma.

“Dread sagrado, Raissa Maritain, el Encanto del sufrimiento y el Renacimiento Católico Francés (1905-1944)”, de Brenna Moore: Lectura no fácil, pero a cualquiera con interés en el mundo de Maritain, Leon Bloy, Charles Peguy y el Renacimiento Católico Francés en el comienzo del pasado siglo, se le dará una visión más profunda.

“Cruz en el desierto”, de Kay Cronin: Un viejo libro, publicado en 1960, y ahora disponible sólo en librerías. Cronin traza la historia de los Misioneros Oblatos que vienen a Oregón y Columbia Británica, y abren iglesias allí. Yo fui verdaderamente movido por la abnegación y coraje de estos hombres y lo que realizaron. Intelectuales franceses muchos de ellos, fueron enviados al desierto con poca preparación, y sobrevivieron allí con ideales y fe, y con una tenacidad nada común. Con frecuencia no se podía disponer de comida, techo y médicos. La lectura de su historia me hizo estar, más que nunca, orgulloso de ser miembro de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada.

“El hombre sombra. Una hija a la búsqueda de su padre”, de Mary Gordon: Nosotros sólo nos entendemos a nosotros mismos cuando entendemos a nuestros padres y el modo como sus virtudes y debilidades nos ayudaron a modelar nuestras almas. Mary Gordon, mejor que la mayoría de la gente, ha sido capaz de hacer esto. A muchos de nosotros nos resulta familiar su brillante libro sobre su madre “En torno a mi madre”. Aquí hace lo mismo con su padre. La manera como ella entiende a su padre nos ayudará a entender al nuestro.

c.- En el área de espiritualidad, recomiendo vivamente:

“El consuelo de paisajes feroces. Espiritualidad de desierto y montaña”, de Belden C. Lane. Muy al estilo de la obra “Soulcraft”, de Bill Plotkings, Lane nos adentra en una visión sobre el papel que la geografía puede jugar en modelar nuestras almas e indica cómo nosotros podríamos exponernos más deliberadamente a eso. Para Lane, la espiritualidad no es algo que debiera darse sólo en centros de oración privilegiados. Más bien, la naturaleza, el desierto, el viento y el sol también necesitan lavar por completo nuestras almas y cuerpos.

“El redescubrimiento de valores. Guía para la recuperación económica y moral”, de Jim Wallis: Este libro debería venir con un aviso: te contrariará si eres un fiscal conservador; y en este caso, podría ser que quisieras proponerte este desafío. Wallis es tan cercano a “Dorothy Day”  como es nuestra generación.

“Ciudadano del mundo. Sufrimiento y solidaridad en el siglo XXI”, de Donald H. Dunson y James A. Dunson: Una vez, Sócrates dijo que primero era ciudadano del mundo, y sólo después, ciudadano de Atenas. ¿Cómo ensanchamos nuestros corazones y nuestras actitudes hasta el punto de vivir una ciudadanía que sea más amplia que nuestra propia etnia, nacionalidad, historia, geografía, auto-interés y afinidad natural? Donald y James Dunson tratan de responder a eso, y lo hacen con notable carácter. Este libro es una auténtica guía moral, lo que la profecía debería ser. Los buenos profetas no te rocían con acusación de culpa; más bien te hacen desear que seas mejor persona.

Lo dicho: de gustos no hay nada escrito.