Me iré hacia la Noche silenciosa en la que Dios está a punto, dispuesto para hacerse cercano y presente. Llenaré con su Alborozo todos los recovecos de posible soledad, soledad que pesa tanto. Ante ese hecho de haber construido Él su Nacimiento dentro de nosotros, pronunciaremos “gracias”, y nunca más nos sentiremos distantes. Algo nos convoca y nos empuja siempre a querernos más, a escucharnos más, a comprendernos mejor. En una noche semejante, el eterno nacer sonará de nuevo. Entonces me acordaré de todo lo vivido. Me acordaré de cada rostro en esta hora nuestra. Será noche de amor, abrazo que no se rompe, llamada que me traiga ruidos entrañables, deseados. Que sea Navidad de Dios, Navidad de paz… y que no esperemos otra cosa. Saldré en la noche hacia un Portal caliente y adoraré el Misterio. Mi alma se me hizo viajera, infatigablemente viajera, siempre en otra parte. De manga corta iré, y pondré una bola de colores en el machete cansado de estos campesinos de la selva. Hay paz, hace paz todos los días.
Dicen que es Navidad cada vez que alguien enjuga una lágrima en los ojos de un niño… Navidad cuando se abren las manos para dejar que corra lo que hay en ellas. Navidad todos los días o, por lo menos, la posibilidad de que pueda serlo todos los días, porque Navidad es el amor. Navidad, esa mesa llena de miradas. Navidad, el corazón preocupado de cada comensal. Navidad, cualquier puesto vacío a causa de una ausencia honrada… Será Navidad cuando los recuerdos se me estremezcan a distancia y tenga que ofrecérselos a Alguien. Navidad tan formidable, tan nuestra, tan de casa. Y de nuevo, por haberlo tenido que expresar todo así tan de repente, quizás no haya encontrado las palabras necesarias que buscaba…
Ah, si nos detuviéramos todos de nuevo en la ternura de la infancia: la que nunca agrede, la que descubre encantos en todos los detalles de la vida. ¡Jesús ha nacido! Un pétalo de orquídea es el christma que desde la selva os envío a todos. Esa belleza serena y tranquila es la que NACE en Navidad. Un pétalo de orquídea que hablara en la sede de la ONU y que apaciguara a todas las naciones, ¿sería eso Navidad?