“Doy gracias a Dios por haberme permitido vivir y participar en esta nueva Santa Misión. Le confieso mi gran preocupación:
Estoy muy enferma, el diagnóstico es una osteoporosis de alto nivel.
Como usted pudo verme, tengo una severa fractura en el lado derecho de la clavícula. También tengo fractura de pelvis; camino con mucha dificultad. Ya me cansé de tomar pastillas, de tantas y tantas medicinas. He optado por aferrarme a la oración. Tengo fe en el Señor. Él es el único que puede curarme. He sido una mujer muy activa y caritativa. Mi profesión de enfermera me ha permito ayudar a muchas personas. Fundé la Cruz Roja Hondureña en Tela. Desempeñé con mucho amor mi trabajo, mis obligaciones. Quiero y necesito curarme para seguir auxiliando a los que tanto me necesitan. Tengo 58 años, un esposo y dos hijos maravillosos que son la razón de mi existir.
No nos olvide. Ore por nosotros. Visítenos.
Su amiga Marina.
