Señor,
las estadísticas son frías,
pero algunas queman la sangre:
"Con los 2.500 millones de dólares que se
gastan diariamente en armamento, se podría
salvar la vida a 50 millones de niños".
Un día de armamento
o cincuenta millones de niños,
a elegir.
No hay duda: se elige el armamento.
Sobran niños, Señor, y faltan armas.
Aumenta, ¡oh Dios de la vida!,
nuestra capacidad de terror,
de estremecimiento,
de lucha.
Aumenta nuestra capacidad de amor.
Y haz que en cada rostro humano
acertemos a descubrir
los ojos de un hijo tuyo
y de un hermano nuestro:
que sorprendamos en ellos
los ojos de Jesús. Amén.