ODS-2030 Sábado de la Primera Semana de Cuaresma: 16 de marzo de 2019

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.

ODS 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.


VER:

"Los ámbitos educativos son diversos: la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis, etc. Una buena educación escolar en la temprana edad coloca semillas que pueden producir efectos a lo largo de toda una vida. Pero quiero destacar la importancia central de la familia, porque «es el ámbito donde la vida, don de Dios, puede ser acogida y protegida de manera adecuada contra los múltiples ataques a que está expuesta, y puede desarrollarse según las exigencias de un auténtico crecimiento humano". (LS, 213). Pongamos otro ejemplo: "Hola, me llamo María. Vivo en el basurero de Cobán, una ciudad al norte de Guatemala. Mis padres se dedican a reciclar la basura que traen los camiones procedentes de la ciudad. Los hijos e hijas de las familias que vivían en el basurero también tienen que recoger la basura, pero hoy gracias a la Comunidad Esperanza, podemos acudir a la escuela y comer allí". Pese a ello, recordemos: 263 millones de niños y jóvenes no están escolarizados.

JUZGAR: LECTURAS DEL DÍA

La Cuaresma: corresponder a la elección. Serás el pueblo santo del Señor, tu Dios. (Dt 26,16)
Sed perfectos como vuestro Padre celestial. (Mt 5,43)

ACTUAR:

"Contra la llamada cultura de la muerte, la familia constituye la sede de la cultura de la vida. En la familia se cultivan los primeros hábitos de amor y cuidado de la vida, como por ejemplo el uso correcto de las cosas, el orden y la limpieza, el respeto al ecosistema local y la protección de todos los seres creados. La familia es el lugar de la formación integral, donde se desenvuelven los distintos aspectos, íntimamente relacionados entre sí, de la maduración personal. En la familia se aprende a pedir permiso sin avasallar, a decir «gracias» como expresión de una sentida valoración de las cosas que recibimos, a dominar la agresividad o la voracidad, y a pedir perdón cuando hacemos algún daño. Estos pequeños gestos de sincera cortesía ayudan a construir una cultura de la vida compartida y del respeto a lo que nos rodea". (LS, 213)