Señor Jesucristo,
a quien el Padre nos ha encomendado escuchar
como a su Hijo amado: ilumina tu Iglesia,
para que nada sea para ella más santo
que escuchar tu voz y hacerse seguidora tuya.
Tú, que eres Sumo Pastor y Guía de nuestras mentes,
dirige tu mirada a los Pastores de tu Iglesia,
que en estos días se reúnen con el beato Sucesor de Pedro
para celebrar el Sínodo
y dígnate santificarlos en la verdad
y confírmalos en la fe y en el amor.
Señor Jesucristo,
manda tu Espíritu de amor y de verdad
sobre los Obispos que celebran el Sínodo
y sobre quienes les asisten en sus tareas:
concédeles percibir con fe en el ánimo el soplo
que el Espíritu infunde hoy en las Iglesias
y recibir de él la enseñanza de la verdad,
y haz que los fieles, purificados y sostenidos por su compromiso,
adhieran al Evangelio a través del cual obras la salvación,
convirtiéndose en oblación viviente al Dios del cielo.
Y María, la santísima Madre de Dios
y Madre de la Iglesia asista hoy a los Obispos
como un día asistió a los Apóstoles en el Cenáculo
e interceda con su materno apoyo,
para que honren la comunión fraterna,
tengan prosperidad y paz en días serenos y,
escrutando con amor los signos de los tiempos,
celebren la majestad de Dios,
Señor misericordioso de la historia,
para alabanza y gloria de la Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Amén.