PRESENTACIÓN
«Gloria Dei vivens homo». "La gloria de Dios es el hombre vivo" es decir, la persona humana en su plenitud. Esta frase de san Ireneo "expresa perfectamente una intuición que golpea cada vez con más fuerza en la conciencia religiosa actual: la presencia de Dios en la vida humana sólo puede tener como sentido y finalidad afirmarla y confirmarla de cara a su plenitud". (T. Queiruga-Recuperar la creación)
En el mundo hay muchas realidades que hacen imposible la gloria de Dios, que es la plenitud de vida para todas las personas. Una de las más gravosas y por las que, sin duda, la humanidad del futuro señalará con horror nuestra época, es la Deuda Externa que los países empobrecidos mantienen abierta con los países desarrollados. "Para esos países, el monto de las deudas contraídas, y sobre todo de los reembolsos pedidos cada año, son de un nivel tan alto, respecto a los recursos financieros disponibles, que no pueden hacer frente si no es a precio de graves daños para los niveles de vida de sus poblaciones, sobre todo de las más pobres…" La deuda Externa es impedimento a la gloria de Dios, porque avasalla y destroza la dignidad de miles y millones de seres humanos. Pero nosotros, como cristianos, tenemos el convencimiento que la Vida es antes que la deuda y que "la solidaridad internacional conduce a tomar medidas de urgencia para asegurar la supervivencia de estos países"… El pago de la deuda internacional no puede ser obtenido al precio de la quiebra de la economía de un país, y ningún gobierno puede, moralmente, exigir de un pueblo las privaciones incompatibles con la dignidad de la persona". (Documento de la Pontificia Comisión de Justicia y Paz)
Es por eso que las organizaciones católicas que con motivo del Jubileo 2000 movilizamos a más de un millón de ciudadanos en España en contra de la deuda, más otras 44 organizaciones católicas aglutinadas en la entidad REDES, hemos vuelto esta año 2006 a lanzar una nueva Campaña “SIN DUDA, SIN DEUDA”, porque pensamos que terminar con este problema es un acto de justicia al que Dios nos empuja.
CANTO: UN PUEBLO QUE CAMINA u otro.
LECTURA – DEUTERONOMIO 15, 1-8
SALMO – 14 Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente y practica la justicia,
el que habla sinceramente y no calumnia con su lengua,
el que no le hace mal a su prójimo ni difama a su vecino,
el que desprecia al que dios reprueba y honra a los fieles del señor,
el que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
DEL MENSAJE DE LA CEE
Con ocasión del Jubileo del año 2000, el Santo Padre pedía acciones concretas que mostrasen al mundo la voluntad de reconciliación de todos los cristianos y que sirviesen para que los más pobres tuviesen acceso a unas condiciones de vida digna. Con ese motivo, organizaciones de la Iglesia como Cáritas, Manos Unidas, CONFER, Justicia y Paz se unieron para promover, junto con otras organizaciones para el desarrollo, una campaña a favor de la condonación de la deuda de los países del Tercer Mundo que llevaba por título "Deuda Externa, ¿Deuda eterna?".
Cinco años después constatamos que, en este mundo globalizado en el que vivimos, la deuda total acumulada por los países subdesarrollados ha crecido ininterrumpidamente, a pesar del progresivo aumento de los pagos, y sus efectos son cada vez más evidentes en la acentuación de las desigualdades y la concentración de las riquezas. Podemos afirmar con dolor que "la deuda sigue siendo un "pesado lastre" que compromete las economías de pueblos enteros, frenando su progreso social y político"; y es uno de los factores que repercute de manera más negativa en la vida de más de mil millones de personas e impide alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio propuestos por la comunidad internacional. En la raíz de estos males está ciertamente el pecado.
La Iglesia, fiel al Evangelio y al mandamiento del Señor, tiene una larga historia en compromisos a favor de los más pobres, algo de lo que da testimonio la comunidad cristiana, la vida y las obras de tantos creyentes en Jesucristo que han hecho y siguen haciendo de la misericordia y de la justicia social, el centro de su vida. Continuando este dinamismo, propio de la caridad cristiana y del compromiso solidario que conlleva, la Iglesia se siente interpelada por ese grave problema que experimentan los países más pobres para lograr el desarrollo integral de sus ciudadanos. No podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de tantas personas, que incluso ven amenazada su propia vida debido a las situaciones que resultan del mantenimiento y el apremio de pago de esa deuda externa contraída por los gobernantes de su país.
El Papa Juan Pablo II, de feliz memoria, insistió en varias ocasiones en la urgencia de condonar total o parcialmente la deuda externa, como un acto de justicia, puesto que son los pobres los que más sufren a causa de la indeterminación y el retraso de las medidas que puedan liberarlos de esa carga . Y propuso la necesidad de crear una nueva cultura de la solidaridad , una de cuyas acciones, ya emprendidas y apoyadas por la Iglesia, es el objetivo del Milenio, consistente en reducir a la mitad el número de personas que vive en la pobreza para el año 2015 .
PISTAS PARA EL DIÁLOGO FRATERNO
¿Conocemos la situación de España en cuanto a la Deuda Externa?
¿Qué pensamos respecto a la condonación de la Deuda Externa a los países empobrecidos?
¿Qué podemos hacer nosotros en relación con esta problemática?
PRECES
- Oremos por el mundo entero, para que todos seamos constructores de justicia como base de la verdadera paz.
- Oremos por las superpotencias para que dejen de incrementar sus arsenales de guerra y dediquen más dinero a los países empobrecidos.
- Oremos por todos los que sufren bajo el peso de una Deuda Externa que ellos no han creado.
- Oremos por todas las situaciones de conflicto causadas por las desigualdades Norte/Sur, para que prevalezcan la justicia y la fraternidad.
- Oremos por todos los países que se empeñan por conflictos bélicos absurdos, para que dediquen ese dinero a combatir la pobreza de sus gentes.
PADRENUESTRO
ORACIÓN
Te pedimos Señor que nos hagas sensibles a las consecuencias de las desigualdades Norte/Sur, 3° y 4° mundos y que nos esforcemos en disminuir sus diferencias e injusticias sociales. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor…
DESPEDIDA
Guiados por el espíritu de la solidaridad entre naciones y pueblos, hagamos un firme propósito de colaborar en alguna acción encaminada a la solución del problema Norte/Sur Deuda Externa.
PISTAS:
Hablar de este tema con otra gente (familia, amigos, compañeros…) Practicar un consumo responsable: fíjate en qué gastas tu dinero y a quién estás beneficiando. Difundir las reivindicaciones de la campaña escribiendo artículos; cartas dirigiéndote a los representantes políticos de la localidad para que apoyen el objetivo de liberar de la deuda a 100 millones de personas de todo el mundo para el año 2.000.