Pasarse el Antivirus

22 de abril de 2009

         Algunos problemillas en los últimos días me hacían pensar que mi ordenador debía tener algún virus. Así que cuando llegué a casa, y tenía en la mente sobre qué escribir estas líneas, sometí al disco duro de mi ordenador a un exhaustivo análisis anti-virus.
       Pensaba que la cosa iba a ser rápida. Me pasé dos horas viendo pasar números y nombres de archivos. Al final sólo aparecieron tres “gusanos” que pude eliminar sin problemas.

      La cuestión de que después de tanto tiempo, me olvidé del tema que pensaba comentar. Como dice el refrán “no hay malCiudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos. que por bien no venga”, y tras esas dos horas pasaron por mi mente varias ideas. Recojo una de ellas.

     Igual que al ordenador le puedes pasar un anti-virus, no estaría de más que a nuestra persona, a nuestra forma de pensar y actuar, las pudiéramos someter de vez en cuando al análisis de un anti-virus.

     Y es que a veces se van colando dentro de nosotros, de forma casi inconsciente “virus” que se esconden de forma enquistada y surgen al exterior, sin darnos cuenta, en nuestra relación con los demás.
      Así que he cogido lápiz y papel y he escrito algunos de los que puedo reconocer en mí, a pesar de que cueste aceptarlos.
Entre ellos están los siguientes:

* la mentalidad del “sálvese quien pueda”, acrecentado por la actual crisis económica;
* la “indiferencia”, no puedo preocuparme de los problemas de los demás, bastantes tengo yo;
* el “racismo”, sin darme cuenta voy viendo a los que son diferentes como “competidores” de mis intereses, la imagen que tengo de ellos se va degradando;
* un feroz “individualismo”, si yo no me ocupo y preocupo de mantener mi nivel de vida, nadie lo va ha hacer por mí, que cada uno se ocupe de sí mismo;
* un solapado “fundamentalismo”, tengo que mantener a cualquier precio mis puntos de vista, si dejo que la forma de pensar de los otros cuestione la mía me voy a meter en un lío del que saldré perdiendo;
* cuando surge un problema “la culpa siempre es del otro”, reconocer mis propios errores es una mala política en estos tiempos, casi siempre encontraré a alguien a quien cargarle la responsabilidad;
* en esta sociedad que genera tantos parados y excluidos, “nadie reconoce lo que yo valgo”, la envidia de los otros impide que se me valore justamente.
Y podría seguir la lista.

El problema es que no tengo tiempo para escanear el “disco duro” de mi persona. Para colmo, si tuviera que eliminar o poner en cuarentena los “virus” que fueran apareciendo, me sentiría indefenso frente a una sociedad por la que me siento agredido.

Es verdad que nos sentimos atacados por un sistema social radicalmente injusto. Quienes dicen saber del tema afirman que el sistema no va a cambiar, deberá cambiar “el modelo”, o sea, algunos mecanismos secundarios dentro del mismo sistema.

Tengo derecho a defenderme. Pero me pregunto si el convertirme en una “persona virósica” es la mejor forma de hacerlo.

J Altavista en Antena Misionera