Pobreza cero es riqueza cero

Que nadie se engañe. Existe la pobreza porque acumulamos riquezas. Hay cosas que parecen evidentes y luego hay que decirlas en voz alta y clara.
Está muy bien que mostremos la conmiseración por la gente pobre pero además de eso debemos actuar en consecuencia permanentemente.
De qué sirve acudir a una manifestación contra la pobreza y al día siguiente irnos de vacaciones a cientos o miles de kilómetros en avión para relajo y solaz. Estamos llegando a un punto tan elevado en la desvalorización de las palabras que no hay forma de distinguir entre la verdad y la mentira.

¿Cómo pueden pedir que se acabe con la pobreza quienes sustentan políticamente a un gobierno que no hace lo que tiene en su mano para acabar con el trozo de pobreza que le corresponde?
¿Cómo se puede ir a una manifestación contra la pobreza con quienes respaldaron guerras de acumulación de riqueza como las más recientes de Afganistán o de Irak? ¿Alguien se cree que los gobiernos de los países del Mundo están por encima de las personas y de los grupos de poder que acumulan la mayor
cantidad de riquezas?

¿Alguien conoce a alguna persona o grupo de poder que acumule riqueza que voluntariamente reconozca su mezquindad y la reparta? ¿Cómo se compadece reivindicar “pobreza cero” y ansiar que te toque un premio millonario en alguna de las
muchas rifas, sorteos y apuestas que lo ofrecen? ¿Cuánta conciencia de personas ricas tenemos quienes reivindicamos “pobreza cero”?

Me resultan escandalosos todos estos elementos y muchos más. Me muestran una sociedad sin vocación de cambiar en cuanto a su ansia de acumular riquezas y aún peor sin conciencia de rica.
Enterémonos: en esta parte del mundo somos gente rica, muy rica. Empezando porque a nuestro alrededor inmediato también hay mucha gente pobre. Para acabar con la pobreza hay que acabar con la riqueza. Eso comienza cuando nos enteramos de que somos gente rica y nos damos cuenta de lo poco que nos permiten hacer para evitarlo.

A estas alturas de la lectura de este texto ya me imagino el contenido de muchos de los comentarios. Lo siento pero lo dicho hasta ahora es real. Las bases de la legalidad de las sociedades ricas se siguen basando en la que se gestaron en los grandes imperios, el griego, el romano, basados en la esclavitud y la desigualdad de las clases sociales. Hoy
continuamos con la esclavitud y la desigualdad de las clases sociales, pero con grandes declaraciones institucionales de derechos e igualdad.

Para acabar con la pobreza tenemos que reconocer que somos una especie animal más en este Planeta y que todas las formas de vida pasiva y activa tienen los mismos derechos y que toda la riqueza del Planeta es para todas sus formas de vida.
Para acabar con la pobreza hay que acabar con un sistema social, económico, cultural, político que legitima y auspicia desde la escuela la acumulación de la riqueza. Nuestra riqueza está acabando con la biodiversidad, la mayor riqueza colectiva.
Eso no es fácil. No se resuelve repitiendo en voz alta una consigna ni dos. Es una lucha tenaz, complicada y muy dura porque la gente rica nunca está dispuesta a soltar su botín. Que no se camuflen entre quienes tenemos una voluntad sincera y mucha impotencia por no poderla hacer realidad.

* Javier Ruiz (activista social y ecologista). en www.rebelion.org