Prólogo

¿Invierno En Paraguay?

Perdonen Ustedes … De invierno, nada.

Estas páginas son Otoño y Primavera y Verano …

Están llenas de colorido, de belleza, de luz y de calor. Solo tienen de esa estación del año la frescura y la realidad vivida en esos meses que en Paraguay llaman invierno.

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos. Una vez más, Salvador León, -golondrina de’ estos mundos-, nos sorprende con su pluma ágil y, sobre todo, con su alma poblada de amor a flor de vida. Pero esta vez, es distinto. Hasta el estilo cambia un poco. Da más ritmo a sus palabras … , entrelaza las experiencias, las ideas y las expresiones … , teje los hechos, los lugares, lo paisajes y las personas … de tal suerte, que el alma queda prendida y hasta extasiada en un idilio de realidad y de verdad en comunión cuasi-mística. Salvador nos regala un tapiz de ensueño que se adentra por los ojos – a veces humedecidos por la emoción- y llega a plasmarse en lo profundo del ser.

Paraguay, tierra de contrastes, con riqueza en sus entrañas, y niños … muchos niños, pobres, muy pobres, sin pan y casi sin hogar.
Paraguay, tierra de paisajes revestidos de extraordinaria belleza, y poblada de gentes a quienes falta el traje de la esperanza.
Paraguay, tierra de ensueño con música de arpas y de guitarras, y a la que le falta hacer realidad el sueño de una vida más gratifican te.
Paraguay, tierra noble ennoblecida con la nobleza de sus gentes, y a la que falta tener más nombre en el marco de las naciones.
Paraguay, iglesia viva, con comunidades cristianas comprometidas, que intentan dar respuesta a las múltiples necesidades de sus pueblos.

Salvador ha sabido captar todas estas realidades. Ha sabido contemplar con embeleso las cataratas de Yguazú, y con santo temblor las profundidades de los corazones de seres humanos que creen y generan confianza. Ha sabido armonizar una tarde de paseo y una noche de estrellas, con una oración junto al lecho de un enfermo y unos momentos de diálogo compartiendo mate y tereré. Ha sabido admirar los vuelos y los cantos de miles de pájaros libres y sencillos, y la vida del pueblo … del pueblo sencillo, sí, pero no tan liberado de jaulas y de pobrezas, que se reúne en las iglesias y en los mercados. Ha sabido poner sus ojos en la cúspide de las palmeras, y también el! las pobres y peregrinas sandalias del nuevo Presidente de la nación.

Salvador ha tenido la sencillez de acercarse a las gentes y a sus circunstancias … , dejarse interrogar por las palabras y por los acontecimientos … , emocionarse y hasta llorar ante la luminosidad de tantas vidas generosamente entregadas a su deber y a su misión…

Salvador ha tenido la sabiduría de ser a la vez amigo, compañero y misionero; viviendo todo ello en una armoniosa comunión de vida y evangelio.

El Padre Dios, el Hermano Jesucristo, el Animador Espíritu Santo, la Madre Virgen de Caacupé Patrona del Paraguay, Nuestra Señora de Guadalupe patrona de las Américas, se han hechos presentes en estas andanzas misioneras y en estas experiencias de Palabra y Misión

El regalo que Salvador ha recibido de aquellas gentes y de aquellas tierras en ese "INVIERNO EN PARAGUAY", nos lo regala a su vez. En nuestras manos está. A nosotros nos corresponde hacerlo vida de nuestra vida con alma agradecida.

Si un joven de hoy leyera estas páginas, seguro que gritaría entusiasmado: "¡Qué guay!" … "Todo esto es guay, guay del PARAGUAY’.