¿Qué es un sacramento?

    Para captar bien el sentido sacramental del amor matrimonial tenemos que empezar aclarándonos acerca del significado de la palabra sacramento. No se puede confundir con un rito mágico. No es como una máquina de café en la introduces una moneda siguiendo las instrucciones y obtienes un café. El sacramento tiene que ver con la comunicación y la relación entre las personas. Para explicarlo hay que decir tres cosas fundamentales. Un sacramento es un signo, es una experiencia que se recuerda, una presencia que se celebra.

Signo
    Cuando una pareja cuenta su romance y su desilusión nos hace caer en la cuenta de la importancia de los signos. Suele contar al menos dos signos. En primer lugar, nos cuenta el momento, las circunstancias y la emoción del primer beso. Fue un signo de gran alcance en la historia de la relación. Expresó unos sentimientos y, al mismo tiempo, los recreo y profundizó. Expresó, comunicó, causó sentimientos y comportamientos.
Otro signo muy elocuente fue la declaración de amor. Puede haber sido por carta, o directamente: puede haber sido con monosílabos o con muchas palabras. ¡Qué emoción! ¡Qué expectación!. También la declaración de amor es un signo. Expresa y ratifica los que significa. Lo comunica.
La verdad es que en nuestras vidas hay signos muy elocuentes. Pueden ser gestos, objetos, momentos. Están llenos de significado.

Recuerdo
Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos.     En nuestras salas de estar solemos tener recuerdos. Hay fotos del día de la boda. Enmarcadas y espléndidas. Hay fotos de familia. Y también de cada hijos. Son imágenes. Muestran rostros y situaciones concretas. Reflejan retazos de la vida misma de una persona, de la vida familiar. Habrá también otros muchos objetos que están vinculados a personas y a acontecimientos: un regalo de aniversario; un libro que hemos leído y nos ha hecho vibrar; un disco de música romántica, cuya evocación nos hace soñar de nuevo y nos hace sentir en unidad con la persona que nos lo ha regalado, un crucifijo que nos recuerda la muerte de Jesús.
Nuestra vida está poblada de realidades que tienen un fulgor especial porque están vinculadas con experiencias importantes de nuestra existencia; experiencias de vida, de relación, de ir superando etapas: experiencias de un trabajo que hemos desarrollado, de un equipo al que hemos pertenecido, de unas vacaciones donde hemos disfrutada…

Presencia
    Los signos y los recuerdos no son mudos. Nos siguen hablando. Nos siguen trasmitiendo mensajes. Hacen que no olvidemos ciertas experiencias importantes. A través de ellos siguen cobrando vida en nosotros, siguen influyendo en nosotros con su dinamismo. A la inversa, nosotros nos seguimos comunicando a través de esos signos y de esos recuerdos. Se los enseñamos a otras personas. Ellas tienen experiencias semejantes, y pueden entender. Son inteligibles y significativos también para ellos. Son como la prolongación de nuestro cuerpo. A través de ellos nos hacemos presentes a los demás. La significación aumenta cuando nosotros le damos palabra y explicamos lo que significa para nosotros cada uno de eso signos. Cuando nosotros le ponemos voz y palabra a esos recuerdos se hacen más elocuentes y valiosos. Trasmiten nuestra presencia.