¿Qué fue de aquelllos propósitos?

    ¿Recuerdas el inicio del año? ¿Qué fue de aquellos buenos propósitos? Cientos de ellos pasaron por nuestra mente, aunque tan sólo unos pocos salieron de nuestra boca. Aquellos más duros o difíciles apenas llegaron a un susurro, quedando en lo más profundo de nuestra ca¬beza, ¡por si acaso!
Este año voy a pasar curso sin suspender ninguna — De este año no pasa, voy a dedicar más tiempo a mis hijos — Este año fijo que me acuerdo del cumpleaños de mi mujer   Y, cómo no, aquella de: Este año dejo de fumar….
Todavía tenemos un largo año por delante a si que animo y que no se queden sólo en propósitos.

    Imagina ahora que nuestros vecinos del SUR, y no nos referimos a los del Rioja, sino a los del otro lado de la valla, de repente van y sé proponen no pasar este año más hambre ni sed…. Sería un autentico caos.

    Mcdonald’s no tendría suficientes hamburguesas y ¿de dónde sacaríamos cerveza para todos? Sería un gran colapso para el mundo occi¬dental: para poder cenar fuera de casa tendríamos que reservar sitio con años de antelación….

    Imagina que en vez de caminar tres horas para poder coger agua, se proponen tener agua corriente en cada casa, y lo que es peor se propusieran ducharse todos los días un par de veces. Esto sería el fin del agua dulce. No podríamos regar nunca más nuestros campos de golf, ni nuestros jardines. O piensa lo que sería si se propusieran tener luz eléctrica en casa para enchufar la play, la tele, el ordenador, el equipo de música, cargar el móvil o el mp3, y poner cientos de lámparas que dan poca luz, pero decoran… Esto seria un desastre y segu¬ro que tendríamos cortes de luz cada poco, que nos obligaría a estar todo el santo día poniendo en hora el despertador y el vídeo.

    Queda claro que no todas los buenos propósitos, las buenas intenciones, las esperanzas son posibles en este mundo. Aunque todos estos propósitos son justos, legítimos y deseables, seamos realistas. Debemos darnos cuenta que esta tarta no es lo suficientemente grande pa¬ra todos, NO MIENTRAS unos pocos sigamos llenando nuestro plato con una porción de tarda desproporcionada. ¿Estás dispuesto a re¬partir tu porción de tarta?

Te animamos a añadir un nuevo propósito a la lista de este año.