Hijo y madre se miran.
Una cuna para el mundo.
Dios hecho carne perfecta.
Los magos alcanzan la meta.
Caricia y beso con ternura.
Ventana abierta. Noche amiga.
Mil cuentos.
Risa blanca.
De todos.
Delicada.
Limpia.
Noche con niños
Ganas de jugar.
Besos que hacen feliz.
Villancicos antiguos.
Villancicos nuevos.
Pastores.
Vacaciones.
Mesa familiar.
Te quiero.
Lección humilde.
Gozo y dolor.
Una lágrima.
Calor junto al fuego y ánimo.
Fuerza para seguir.
Futuro por estrenar.
Las palabras se terminan,
comienza el Misterio…
"EN LA TIERRA PAZ
A LOS HOMBRES
QUE AMA EL SEÑOR"
Dijiste "Navidad"
y los hogares se llenaron de luz,
y las voces de versos,
y miradas se encendieron,
y las manos se dieron la paz,
y la fe se puso al rojo vivo.
Dijiste "Navidad"
Y se abrió la puerta de la Vida…
Por ella podemos pasar todos:
músicos, maestros, niños, poetas,
pintores, constructores, payasos…
y en especial todos aquellos
que se visten en pobreza y sencillez.
Dijiste "Navidad"
Y nos llegó un romance de amor
con una confidencial declaración: "os quiero".
Nació la vida a raudales
reconocible en promesas, palabras, encuentros, entregas,
sacrificios, esperas, canciones…
Dijiste "Navidad"
y un Niño se nos regaló.
Gracia de todos los años,
aire tenue que besa nuestros rostros,
fértil agua que inunda las llanuras,
nieve blanca que viste la montaña,
amor que atiza el fuego,
piel transparente que cubre
la piedad de la tierra
y perpetúa la vida.
Dijiste "Navidad"
Y respondí:
"quédate junto al silencio
deja que el fuego te alumbre
y junto al Amor descansa
todo tu "invierno"
hasta que la sonrisa del pequeño te levante"
Salvador León. Misionero Claretiano