Señor no nos dejes a merced de la tormenta

29 de marzo de 2020

En una vacía, lluviosa y brillante Plaza de San Pedro, la mirada del mundo se posa. A la voz emocionada de Papa Francisco se le unió el aliento sin aliento de la tierra, nerviosa por la pandemia. «Señor – dijo el Papa – no nos dejes a merced de la tormenta».