SI DIOS HA SUFRIDO
Todavía quedan algunas nebulosidades.
Pero al menos hay algo que jamás
podremos decirle a Dios:
«No conociste el sufrimiento».
Y es que Dios
no ha venido a suprimir el dolor,
ni siquiera a explicarlo.
Pero sí ha venido
a llenarlo con su presencia.
Por eso no digas nunca:
«¿El sufrimiento existe?
¡Luego Dios no!».
Di más bien:
«Si el sufrimiento existe
y Dios ha sufrido…
¿qué sentido
le habrá dado al sufrimiento?
(PAUL CLAUDEL)