El domingo, 26 de junio, el mundo vive una cita trascendental: se elegirá el próximo director general de la FAO, del que depende la lucha contra el hambre en el mundo. Entre los candidatos se encuentra el español Miguel Angel Moratinos.
La campaña “Derecho a la alimentación. URGENTE” le hará llegar al candidato elegido un “Kit de Supervivencia” para lograr que los desafíos de la organización no vuelvan a naufragar. Hay que recordar que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) tiene como objetivo conducir las actividades internacionales encaminadas a erradicar el hambre. Se creó en 1945 y sus objetivos han fracasado: el hambre, lejos de reducirse, ha crecido un 18% en los últimos 15 años, alcanzando los 1.000 millones de personas hambrientas.
Elementos del “kit de supervivencia”
1) Una BRÚJULA. La FAO no puede perder el Norte. Su brújula debe estar orientada a que los Estados garanticen el derecho a la alimentación, reconocido por la ONU. Nunca ha habido en el mundo tanta riqueza y tecnología para lograr que nadie muera de hambre.
2) Una CANTIMPLORA para no morir de sed en el desierto de la burocracia. La FAO no podrá convertirse en una organización eficaz si continúa con una burocracia interna costosa y complicada.
3) RACIONES DE EMERGENCIA para sobrevivir a la reducción presupuestaria. En los últimos años el presupuesto de la FAO se ha «nutrido», sobre todo, con aportaciones voluntarias de gobiernos y entidades privadas. Estos recursos ya alcanzan el 57% de su financiación total, lo que pone en riesgo la independencia de su trabajo.
4) REPELENTE DE AGROINDUSTRIAS para evitar las «picaduras» de intereses ajenos a la lucha contra el hambre. Unas pocas empresas transnacionales de la agroindustria controlan casi la totalidad de la alimentación mundial. Son dueños de casi todo lo que comemos y especulan con los alimentos poniendo en riesgo la seguridad alimentaria del planeta.
5) WALKIE TALKIE para estar al habla con los campesinos. La clave de la soberanía alimentaria es la apuesta por la agricultura campesina a pequeña escala. Este modelo de producción es menos «atractivo», pero es el más efectivo para luchar contra el hambre y lograr la sostenibilidad medioambiental.
6) Un MAPA para encontrar las claves de la seguridad alimentaria. La FAO ha perdido fuerza y la seguridad alimentaria ha quedado en manos de un conjunto de organizaciones. Es imprescindible el fortalecimiento de la FAO en la gobernanza mundial. Debe marcar la ruta con políticas coherentes y reconstruir una voz propia con autoridad y liderazgo.
7) Unos PRISMÁTICOS para ver de cerca las verdaderas causas del hambre, las cuales se encuentran en ámbitos muy diversos: las políticas comerciales, económicas, financieras, sociales… Necesitamos encontrar soluciones mirando de cerca, con nuevos «prismáticos» que sepan analizar y señalar las causas para encauzar las soluciones.
Seis candidatos para un desafío crucial
Se trata de Franz Fischler (Austria), José Graziano da Silva (Brasil), Miguel Ángel Moratinos (España), Indroyono Soesilo (Indonesia), Mohammad Saeid Noori Naeini (Irán) y Abdul Latif Rashid (Iraq). El candidato elegido cumplirá su mandato desde el 1º de enero de 2012 al 31 de julio de 2015. El senegalés Jacques Diouf ha ocupado el cargo desde 1994.
“El gran desafío de la FAO está en el hecho de que no se puede reducir el hambre a un problema de producción de alimentos, sino a un problema de políticas” , afirma José María Medina, coordinador de la campaña “Derecho a la alimentación. URGENTE”. “Hasta el momento la FAO no ha cuestionado con contundencia las normas comerciales, la especulación, la disminución de ayudas a la agricultura familiar, el impacto de los agrocombustibles y, sobretodo, el actual modelo agroindustrial que nos ha llevado a superar la barrera de los mil millones de hambrientos”, asegura Medina. “El próximo director general deberá afrontar estos aspectos con determinación si no quiere que la institución siga fracasando en el mayor reto que tiene la humanidad”, concluye el coordinador de la campaña.