1.Para el amor: una madre.
Para el dolor: una madre.
Para crear y cuidar la vida: una madre.
Para la ternura y el regazo: una madre.
Para enjugar las lágrimas: una madre.
Para curar las heridas: una madre.
Para aguantar la cruz: una madre.
Para acompañar a un enfermo: una madre.
Para dar paz al alma: una madre.
Para cuidar a un niño: una madre.
Para engendrar la vida: una madre.
Para la lucha generosa: una madre.
Para proteger la vida: una madre.
Para recibir a quien se alejó: una madre.
Para enseñar a rezar: una madre.
Para amar: los ojos, el corazón y las manos de una madre.
Para descansar: el regazo de una madre.
Para estar donde hace falta y cuando hace falta: una madre.
Para callar y guardar los secretos del corazón: una madre.
Para aprender a esperar: una madre.
Para estar cuando el alma duele: una madre.
Para buscar al que se perdió: una madre.
Para comprender silencios y palabras: una madre.
Para todo: ahí está la madre.
2 Danos, Señor, madres cristianas como María, tu Madre.
Madres que sepan decir sí a la verdad.
Madres que sepan sorprenderse del fruto de sus entrañas.
Madres que aprendan a ser madres.
Madres que nos busquen cuando nos perdemos.
Madres que nos miren cuando dormimos.
Madres que nos mimen cuando Sentimos frío.
Madres que no dejen ser hijos.
Madres que sepan esperar y confiar.
Madres que sepan callar…
Madres que sepan facilitar nuestra libertad.
Madres que sepan callar y amar siempre, siempre, siempre.
Madres que sepan estar en segundo plano.
Madres que no se avergüencen nunca de sus hijos.
Madres que sepan rezar y llorar por su hijos.
Madres que sepan decir palabras bonitas en los momentos difíciles.
Madres que nos enseñen a amar y a amarte.
Madres que nos abran el corazón para vivir con corazón.
Madres que no acaricien para aprender lo que es el amor.
Madres que no esperen nada de sus hijos para que nos enseñen lo que es amar sin medida.
Madres…
Madres…
Sí Señor, danos madres que sean mujeres santas y fuertes;
que sepan estar como María, al pie de la cruz,
al pie de la vida de sus hijos.