La Fundación Vaticana “Joseph Ratzinger – Benedicto XVI” presentó en la mañana hoy, entre otras iniciativas, a los ganadores de esta octava edición de los premios Ratzinger.
Una mujer, por segunda vez desde que se pusieran en marcha estos premios, considerados como ‘el Nobel de Teología’, ha sido galardonada junto a un reconocido arquitecto. Se trata de Marianne Schlosser y Mario Botta. Ella ejerce como profesora titular de Teología de la Espiritualidad en la Facultad de Teología Católica de la Universidad de Viena desde 2004 y tiene un profundo conocimiento de la teología y espiritualidad patrística y de la Baja Edad Media, con especial atención a las órdenes mendicantes. Además, ha traducido al alemán gran parte de la obra de San Buenaventura y ha sido editora del Volumen II de la Ópera Omnia de Joseph Ratzinger sobre “La idea de revelación y la teología de la historia de Buenaventura”. En 2014 fue nombrada por el Papa Francisco como miembro de la Comisión Teológica Internacional.
El otro galardonado es Mario Botta. Arquitecto de renombre internacional que ha realizado numerosas intervenciones y proyectos y ha participado en numerosos concursos. Su arquitectura está influenciada por Le Corbusier, Carlo Scarpa y Louis Kahn. Ha trabajado en muchos tipos de edificios: casas, escuelas, bibliotecas, museos, bancos, pero también en particular en varios edificios importantes de culto, incluyendo la Iglesia de San Juan Bautista en Mogno, la Catedral de Evry, cerca de París, la Catedral del Santo Rostro en Turín. Es autor de una de las capillas expuestas en el “Pabellón” de la Santa Sede en la Isla de San Jorge, en la Bienal de Arquitectura de Venecia.