Bienvenidos al Rincón de Juan, comentario al Evangelio del domingo 9 de febrero.
“Lo siguieron.” Así termina el Evangelio del domingo de hoy. Es una de las expresiones más importantes de los cuatro evangelios. De hecho, aparece 79 veces con el verbo griego acolin, acólito, que significa “el que sigue”. En el resto del Nuevo Testamento, aparece 11 veces. En la mayor parte de los casos, esta expresión hace referencia al seguimiento de Jesús, por lo que la idea del seguimiento es totalmente evangélica.
Sin embargo, la palabra o el verbo “imitar” solo aparece dos veces en el Nuevo Testamento y nunca en los evangelios. Porque, mientras imitar es copiar un modelo, seguir es asumir un destino. La imagen de la imitación es el espejo, que tiene un gran exponente de vanidad; y la imagen del seguimiento es el camino, que tiene el símbolo de la tarea por hacer.
¿Qué nos dice este Evangelio en este domingo? Pues que Dios ha llamado a lo largo de la historia, que llama hoy y que seguirá llamando. La Palabra de Dios nos muestra hoy distintas maneras de hacerlo.
Por ejemplo, en el Evangelio, Pedro, Santiago y Juan sienten la llamada en medio de su vida cotidiana, mientras están pescando, nos dice Lucas el evangelista. El profeta Isaías, en la primera lectura de hoy, siente la llamada dentro de una gran celebración religiosa, en medio de los himnos litúrgicos y del humo del incienso en el templo. Pablo, en la segunda lectura, al referir su llamada, habla de su experiencia personal.
Pero hay un elemento común a todos los que sienten la llamada: se sienten indignos, muy indignos. Fíjense en las expresiones de Pedro: “Apártate de mí, que soy un pecador.” O Isaías, que dice en la primera lectura: “Hombre de labios impuros.” O Pablo, que nos dice en una de sus cartas: “Como a un aborto se me apareció a mí el Señor.”
Y es normal sentir eso. Es muy normal que, al experimentar el enorme regalo de la gracia de Dios, todo el mundo se sienta muy pequeño.
¿Y tú, cómo te sientes? Dios sigue llamando. ¿Quieres hacer camino con Él? ¿Quieres trabajar por Él? ¿Quieres estar con Él?
Este domingo celebramos en la Iglesia la campaña de Manos Unidas, la campaña contra el hambre, con el lema: “Compartir es nuestra mayor riqueza.”
El proyecto que nos propone Manos Unidas pone en valor esa cultura del compartir, nos llama a hacerlo. Destaca la necesidad de combatir la pobreza y construir un mundo mejor. Es una tarea que la Iglesia lleva haciendo durante años en esta campaña. En este quinquenio 2023-2027, se propone el reto de la dignidad, donde nuestra ONG de la Iglesia Católica se centra en la idea de compartir la prosperidad para erradicar la pobreza, el hambre y la desigualdad.
Bueno, pues que vivamos también esta campaña de Manos Unidas sensibilizados, entendiendo que acabar con el hambre es una llamada que también Dios nos hace.
¡Que tengáis un feliz domingo!