«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?»
Todos hemos asistido a alguna boda. El ambiente es de alegría, la gente participa de un proyecto nuevo de vida, y se nota. Eso en el “mundo”. En nuestra vida espiritual, sabemos que la Iglesia ha encontrado a su Esposo, vivimos en una boda permanente, porque Jesús nos ha elegido. El problema es que no siempre lo recordamos y, por eso, vivimos tristes. Sin la alegría del banquete nupcial. En esta Cuaresma, renovemos nuestro deseo de vivir con Jesús y de vivir con alegría. Porque el Novio está con nosotros.
Oración.
Tú, Señor, has querido quedarte con nosotros. Ayúdanos a que en todo lo que hagamos sintamos tu presencia cercana. Que este camino de Cuaresma nos haga revivir es encuentro Contigo, que nos has amado primero, y no nos abandonas. Amén.