Vigilia : Atraeré a todos a mí

10 de abril de 2008

    En este tiempo de oración queremos acercarnos hasta  Jesús de Nazaret, el maestro, el único protagonista de nuestro encuentro, el que nos ha seducido con su vida. No vamos a tener prisas con Él en este rato.

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos. Porque se trata de estar con Él. Nuestra vigilia de oración no tiene otras pretensiones. Evitemos el efectismo, que busca lo bonito y acaba olvidando al Señor. Superemos el cansancio, dejando que el Espíritu encienda en nosotros el deseo del encuentro con el Señor. Acudamos a su presencia con humildad, derramando nuestro corazón herido ante su presencia. No nos escondamos ante su mirada por miedo o por comodidad. No cerremos nuestros labios ante sus oídos comprensivos. No dejemos que se enfríe nuestro corazón ante su corazón de fuego. Vamos a ir juntos a su presencia.