Un militante cristiano y de la HOAC, como yo, considera una vivencia cristiana diaria, en primer lugar, el contacto con Dios por medio del ofrecimiento de obras (que para mí es la oración a Jesús Obrero), a continuación el contacto con mis familiares para estar presentes durante el día en las situaciones de las diferentes personas más allegadas a nosotros, como pueden ser familiares, vecinos, compañeros del barrio, amigos de la Asociación de Vecinos y de la parroquia…, para poderles ayudar en cualquier contratiempo que tengan durante el día, estando a su disposición siempre que el caso lo requiera. Mi disposición durante el día es de entrega a los demás, con una visión cristiana de poderles ayudar en los problemas más urgentes que tengan, como pueden ser dudas espirituales, sindicales, morales, materiales, familiares o de otra índole, siempre obrando honradamente y sin ningún interés material, más bien deseando el mayor beneficio espiritual a todos los que trate en dicho día.
Para mí los momentos más significativos del día son, cuando en mi vida apostólica he podido hacer un bien espiritual o humano a una persona, conocida o necesitada. También para mí es significativo luchar en dicho día contra cualquier injusticia que se produzca en cualquier empresa estatal o particular, uniéndome a mis compañeros de lucha. En los actos que yo pueda asistir, corporal o espiritualmente, tienen mí ayuda desinteresada. Por último, terminar el día con la alegría y la satisfacción del deber cumplido y ofrecer al Señor, al ir a acostarme, todos los actos durante él hechos lo más satisfactoriamente posible.