VIVIR PARA DIOS: Dimensión política de la Espiritualidad Laical.

Quien piense que Religión y Política no tienen nada que ver, no sabe lo que es la Religión" (Gandhi).

La vida espiritual del laico parece habría de estar en contraposición con la del clérigo. Pero gracias a Cristo, toda la comunidad creyente, y no sólo unos cuantos privilegiados es pueblo, "laos ". Todos somos nación consagrada y amada propie­dad de Dios. El sacerdocio real nos afecta a todos. Pero siendo la laicidad para todos, y afectando la espiritualidad a los que queremos vivir según el Espíritu, que no según la carne (esto es; no servir a Cristo, sino al propio vientre; Rom. 16,18), cada cual pondrá sus peculiares acentos (cualidades de la espiritualidad) y asumirá diversas formas (pluralidad de realizaciones).

I. JUSTIFICACIÓN DEL TEMA:

Ciudad Redonda. Un lugar para compartir lo que somos. En cristiano no es posible el divorcio mística-política. La tradición nos ha acostumbrado mal a asociar la. santidad con el monacato y muy poco con la praxis pública. Esta separación de competencias no es lícita.

El verdadero santo es necesariamente un revolucionario. Y ello no por la violencia de su quehacer, sino por el cambio de valores que propone y practica. Creer que Dios está sólo en la capilla o en el templo¡ en la oración o en los sacramentos es una ingenuidad. Su costumbre es hacerse presente en cualquiera de las realidades sangrantes. Hoy, por tanto y por fin, proclamamos un estilo de seguimiento que a nuestro juicio se acomoda más y mejor al del Maestro; "la santidad política".

II. PRINCIPIOS TEOLÓGICOS:

  1. De que Dios sea Padre se deduce que todos somos hermanos. De esta fraternidad universal dimana la exigencia de solidaridad.
  2. La Encarnación del Mijo nos está hablando de que     cualquier     realidad temporal puede transparentar el misterio.
  3. Considerar a la persona como Templo del Espíritu quiere decir que el hombre es el más cualificado ámbito para el encuentro con lo sagrado. "¿No sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu?" (lCor.6,19) dice la Escritura.

III. CONSECUENCIAS PARA LA ESPIRITUALIDAD:

1. Derivado del principio primero:

A.  La principal revelación de nuestra fe es que Dios es Padre. Una espiritualidad que no se asiente aquí no podrá ser revolucionaria en el sentido anteriormente indicado.
B.   La obligación moral que se  desprende es hacer del prójimo (que no es aquel que se cruza por mi vida, sino aquel en cuyo camino yo me pongo) un hermano. En este empeño por la fraternidad se contiene la esperanza de una renovación de la, humanidad.
C.     Este empeño es el que sostiene el compromiso cristiano. Comprometerse es arriesgarlo todo para ser sal de la tierra y luz del mundo. Comprometerse es aceptar el desafío de conciencia que propone ¡a. lacerante presencia del mal en la tierra es combatir la injusticia, la explotación, la humillación. Es haber comprendido que la. causa del Reino se identifica, aunque no se agota, con la lucha por la justicia.

La enorme tentación de las comunidades cristianas es quedarse en la palabrería, es tergiversar lo que ha de ser eficaz en meramente intencional, es vivir más que de hechos de la simple buena voluntad. La única salida a la encerrona de la ideología y de la cobardía es el apoyo de programas concretos, la inserción en organizaciones que, eclesiásticas o no, enarbolan la bandera de la justicia. Casi todo lo demás son justificaciones y mentiras.

PARA PENSAR Y DIALOGAR

  1. ¿Quién es tu hermano? Responde con sinceri­dad.
  2. ¿Crees que tu compromiso cristiano en la sociedad es suficiente? ¿En qué cabría aumentarlo o cualificarlo?
  3. ¿Consideras que en tu comunidad de referencia hay más palabras que hechos, más buenas voluntades que gestos reales? Si es así, ¿por qué?

2. Derivado del principio segundo:

A.  La clave del cristianismo, es decir; lo más original, lo que singulariza nuestra fe a la hora de compararla con las demás, es la encarnación. Dios se hace hombre para que el hombre pueda encontrar a Dios. De ahí que sin comprender eso de "mediación", poco o nada podrá hacerse.

No se trata por tanto de educarnos en la trascendencia (ver a Dios en el más allá) sino en la transparencia (ver a Dios en el más acá). El mundo transparenta a Dios. Por eso, el hombre espiritual es aquel que revestido de Él (Rom.13,14) le transparenta. Revestirse es vivir la experiencia de Dios como Dios Padre y del Dios del Reino.

B.    El mensaje del Jesús histórico puede sintetizarse en las parábolas y en el discurso programático de las bienaventuranzas. El amor que el Cristo propone es un amor universal (a todos) pero preferencia! (especialmente para los pobres).

C.  La praxis transformadora del Nazareno puede resumirse en los milagros y en los encuentros. No sólo se limita a hablar, sino que actúa. Y la consecuencia de su actuación coherente e intachable es la muerte. Esta memoria peligrosa es un arma de dos filos. Creer en la muerte y resurrección de Jesús hace de la fe un instrumento de revolución.

PARA PENSAR Y DIALOGAR

  1. ¿Puede  ser  tu  vida signo  de Dios para los demás? ¿En qué? ¿Cómo?
  2. ¿Cuáles son las bienaventuranzas del hombre contemporáneo ?
  3. ¿Es tu amor cristiano como el de Jesús; universal y preferencial?

3. Derivado del principio tercero:

A. Si nos dicen que alguien ha venido a nuestra casa salimos en su busca. Pues esa es la actitud que se pide al cristiano que sabe de la perpetua visita del Espíritu en lo profundo de su alma. "Vivir para Dios" es tener un talante de búsqueda de tedo lo rico en humanidad. Y es que sólo lo plenamente humano es divino. Vivir para Dios es ser fiel & los hallazgos. Y saturar al mundo de sorpresa. Y trabajar irradiando las ganas de restaurar el orden temporal trastocado.

Inhibirse del mundo laboral y del terreno público es una falta grave porque justifica y sostiene el crecimiento del pecado estructural. Ya lo dijo Pío XI; "la política es la forma más extensa de la caridad".

B. Junto a la   búsqueda,  la inserción   en  las realidades concretas en las que el hombre se desenvuelve. A esto se llama el principio-encarnación. Sin encarnar en un tiempo y lugar las opciones que vamos tomando, terminan sencillamente por desvanecerse.

No consiste la cosa en espiritualizar los quehaceres ofreciéndoselos al Padre con una oración previa, sino de santificarnos cuando estamos con las manos en la masa, rastrear el plan de Dios en el fango de toda pelea y desesperanza. Sólo animando cristianamente las realidades temporales haremos del trabajo un lugar de encuentro, de la parroquia y la familia una parcela del Reino.

C. Pero no sólo inserción, también el profetismo de anuncio y denuncia. También el principio-profecía dado que la encomienda que se nos ha hecho es la de devolver al mundo la Huella que le pertenece, desvelar a todos el rostro misericordioso de Dios.
Ser profetas es dejar que el Espíritu, Ése que se mueve por entre nosotros, hable por nuestra boca. Pero para que Él hable hay que escucharle primero y hay que dejarle hablar. Ése es el campo de la espiritualidad.

No entristezcáis al Espíritu de Dios (Ef.4,3) haciendo oídos sordos de sus reclamos, acallando las voces que quiere dar por vuestros labios. El místico cristiano ha de ser político y ha de terminar como su Señor, en el martirio. No en vano era la cruz el patíbulo de los delincuentes políticos.

PARA PENSAR Y DIALOGAR

  1. ¿Es tu vida familiar un reducto cerrado y privado o algo abierto que se asemeja al Reino?
  2. ¿Estimula tu vida parroquial el compromiso en favor de los demás o es más bien un nido al que se acude para reforzar las propias convicciones? ¿Es la Iglesia refugio o acicate?
  3. ¿Ha ganado terreno el Evangelio, gracias a tu esfuerzo, en el campo laboral o profesional en el que te desenvuelves? ¿Es para ti el trabajo posibilidad de propagar el mensaje?

PARA ORAR

1. Medita estas citas:

– Mt.5,1-12; las bienaventuranzas.
– Mt.25,31-46; el juicio definitivo.
– Mc.9,33-37; instrucción sobre el servicio.

2. Repasa la vida de algunos profetas de nuestro tiempo: Cámara, Casaldáliga…

3. Palabra de plegaria:

"Hazme Señor, instrumento de tu paz.
Que donde haya odio ponga yo Amor,
donde haya ofensa, perdón,
donde haya discordia, unión,
donde haya duda, M fe,
donde haya error, la verdad,
donde haya, desesperación, la esperanza,
donde haya tristeza, alegría,
donde haya tinieblas, la. luz.
Haz Maestro, que no busque tanto
ser consolado cuanto consolar,
ser comprendido cuanto comprender,
ser amado cuanto amar.
Porque es dando como se recibe,
perdonando como se es perdonado,
muriendo    como   se    resucita   a   la    vida
eterna."

(S.   Francisco de Asís)