1.AMBIENTACIÓN
Seguimos adelante con este tiempo de Cuaresma, cercanos ya a los días de la Semana Santa y nos reunimos en el marco de la Eucaristía donde recibimos una nueva lección de Jesús: Que él es la Luz que viene a iluminar nuestra vida sacándonos de las tinieblas de la ignorancia y del sin sentido.
Hoy nos dejamos iluminar, en efecto, por el evangelio que nos hace entender que somos como el ciego de nacimiento. Necesitamos que él nos quite las escamas que ciegan nuestro entendimiento y nos haga entender el sentido de una vida verdadera, que le reconozcamos como el Señor y que nos convirtamos en discípulos suyos dispuestos a dar testimonio de él incluso hasta en los lugares más hostiles. Adquirir la vista significa alcanzar la fe, encontrar la propia vocación, optar por vivir según el evangelio.
2. ACTO PENITENCIAL
Nuestra mirada se detiene en lo superficial; lo vemos de tejas abajo todo. Señor Jesús, tú que nos das el espíritu para abrir nuestros ojos a la verdad, a lo invisible, ten piedad de nosotros que estamos abrumados con nuestra ceguera (Silencio meditativo)
CANTO: SEÑOR TEN PIEDAD
El mundo espera de los cristianos tantas cosas nuevas y no ve en nosotros hombres y mujeres diferentes. No somos hijos e hijas de la luz. Oh Cristo, tú que eres la luz del mundo, te pedimos que te apiades de nosotros. (Silencio meditativo)
CANTO: CRISTO TEN PIEDAD
Decimos que creemos, conocemos el don de Dios, y sin embargo… somos inconsecuentes, hipócritas, vergonzosos y perezosos. Tenemos necesidad de que fortalezcas nuestra fe, Señor Dios; tenemos necesidad de tu perdón. (Silencio meditativo)
CANTO: SEÑOR TEN PIEDAD
3. LITURGIA DE LA PALABRA
1ªLECTURA: 1 Samuel 16, 1b.6-7.10.13a
SALMO 22
2ªLECTURA: Efesios 5,8-14
EVANGELIO: Juan 9,1-41 (Puede hacerse escenificado o dialogado. Ver en anexo 1. Ya lleva incorporadas las peticiones en el desarrollo del relato)
HOMILÍA: Pueden servir estas ideas, que tocan el tema vocacional.
El ciego de nacimiento es un paradigma de la ceguera humana, una ceguera contagiosa. Vemos poco y mal. Nos fijamos en las apariencias. No conocemos en profundidad a los demás. Y nos conocemos demasiado poco a nosotros mismos. No acabamos de entender el sentido de la vida, ni el sentido de nuestra vida. Y andamos desorientados (sin caminos) y desanimados (sin fuerzas)
Las causas de nuestras cegueras son muchas:
– Los prejuicios que nos hacen ver las cosas de un solo color (negro, o rosa, o gris…)
– El egoísmoque no nos deja ver otra cosa distinta que a nosotros mismos
– La miopíade quien ve las cosas sólo de tejas abajo y no descubre al Señor por ningún sitio.
– El daltonismo de la confusión que nos lleva a no saber distinguir lo que es verdaderamente bueno o malo para nosotros.
– Las cataratas de lo agobios y de las prisas que nos llevan a fijarnos solamente en el trabajo
– El sueño que nos mantiene con los ojos ciegos al sentido de la vida… y un sin fin de enfermedades oculares más..
Sólo Jesús puede curar al ciego de nacimiento. Sólo Jesús puede librarnos de nuestras oscuridades. Pero necesitamos la fe. Hemos de creer en su palabra y dejarnos llevar a la piscina. La piscina es la Iglesia y sus aguas salvadoras son el bautismo. Con los ojos del corazón limpios y con el corazón nutrido con esa presencia amiga del Maestro podemos ir por la vida sin tropezar, con sentido y orientación, con ánimos…
Por la fe se nos concede un exceso de luz, por el que podemos reconocer a Cristo en sus diversas presencias (en el hermano, en el pobre y necesitado, en la eucaristía, en la Palabra, en la Comunidad reunida en su nombre, en el fondo de sí mismo…) y hacerse sensible a sus llamadas e invitaciones. Con la luz y la fuerza del Señor llegamos a ser también luz para curar a los demás ciegos.
4.PRESENTACIÓN DE DONES
Se presentan junto con el pan y con el vino, que llevarán entre dos personas hasta el altar unos signos sencillos que expresan la ofrenda del pueblo de Dios: (Un monitor explica de forma adecuada el sentido vocacional de los dones que se presentan)
Un cirio encendido, que significa que Cristo es la Luz y una lamparilla apagada, que indica que somos nosotros que no entendemos y no vemos. Al presentarla se enciende indicando que en la Luz alcanzamos nosotros la luz que da sentido a nuestra vida.
La pilabautismal porque allí fuimos iluminados y un recipiente con barro- que lleva escrita la palabra “SERVIR” pero oculta por el barro-, que es el signo de nuestro pecado y ceguera. A presentarlos se lava con el agua el recipiente y así se adivina para qué sirve.
5.PADRENUESTRO
(Puede servir este cuento para motivar a un rezo atento y activo de la oración dominical)
No vemos solamente con los ojos, sino también con el corazón. Hay un film de Charlot titulado significativamente “Luces de la ciudad”. Sustancialmente el argumento consiste en que una hermosa joven, completamente ciega, conoce a Charlot. Aunque es un tipo ridículo exteriormente, ella le quiere por su buen corazón. Cuando, después de varios incidentes, él consigue le dinero necesario para la operación que le devolverá la vista, ella, ya vidente, se coloca en una tienda de flores de Nueva York.
Un día pasa por allí casualmente Charlot, que a través de los escaparates, reconoce con profunda emoción a la muchacha, a la que no había tratado desde que la llevaron al hospital para operarla. Ella no le reconoce y bromea con sus compañeras cuando ve que la está mirando embelesado con su lamentable aspecto. Llega un momento en que hasta sale a la puerta para darle una limosna.
Ahora que le ve es cuando no le conoce. Ahora es cuando esa muchacha está ciega y no sabe ver la inmensa riqueza que está dentro de aquel hombre.
Al rezar el padrenuestro pidamos, hermanos, la luz del corazón.
6.ORACIÓNMEDITATIVAPARADESPUÉS DE LA COMUNIÓN
(conunfondo musical suave y se va dejando un intervalo de silencio en los puntos suspensivos…)
Sin llamarle,
sin haber pensado siquiera en él, sin saber muy bien quién es,
sin tener ojos para verle…,
Alguien viene,
pasa a junto a nosotros se fija
y se sienta a nuestro lado
para estar con nosotros los hombres.
Alguien viene
y tiene tantas cosas
que cambiar dentro de nosotros y en nuestro entorno…
No viene para que todo siga igual
ni para hacer silencio a nuestro lado;
viene porque es posible ser de otra manera, tener vista y vida,
levantarse y caminar, ser personas nuevas, dejar la ceguera
y dar testimonio del Reino acogiendo sus semillas.
Alguien viene,
nos dirige su palabra,
una palabra que comprendemos porque es clara,
afecta a nuestras miserias, cura viejas heridas
y deshace tantos insoportables esfuerzos y montajes…
Viene desde la cercanía de Dios a encontrarse con nosotros
y a abrirnos los ojos
para que conozcamos su rostro y nunca más tengamos miedo.
Viene
y sólo nos pide lavarnos, creer en él
y cambiar de bando,
para tener lo que más anhelamos.
ANEXO 1
ESCENIFICACIÓNDELEVANGELIOJuan9,1-41
(Especialmente para celebraciones con jóvenes)
Personajes: Presidente. Pregonero. Lector.2 locutores de noticias. 2 lectores de oraciones.
Actores (Jesús-discípulo-ciego-padre y madre-3 vecinos-2 fariseos). Las voces de Jesús y del ciego deben ser sonoras y firmes; tímidas las de los padres, escépticas las de los vecinos y gritonas y estridentes las de los fariseos, quienes hablan subidos, en actitud de soberbia, encima de un taburete o algo parecido.
Preparación: En un lugar visible se escriben de antemano estas palabras:
JERUSALÉN- SÁBADO”. Hay una pila bautismal en un lugar visible y en la pared un crucifijo o la cruz procesional.
(Sale un pregonero con un tambor o con un cornetín, y proclama solemnemente un bando, que lee en una hoja de papel que lleva enrollada)
PREGONERO: ¡Por orden del sanedrín y de los Sumos Sacerdotes, todo aquel que reconozca que Jesús de Nazaret es el Mesías será expulsado de la Sinagoga y perderá los derechos de ciudadanía! (Puede proclamarlo dos veces en dos sitios distintos; después lo cuelga en un lugar visible)
LECTOR: Lectura del Evangelio según san Juan. En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre
ciego de nacimiento (se leen por DOS LOCUTORES algunas noticias que sean actuales y referidas
alos “ciegos” de hoy de nuestra sociedad). Y sus discípulos le preguntaron:
DISCÍPULO: Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?
JESÚS: Ni éste pecó ni sus padres, sino que es para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día, tengo que hacer las obras del que me ha enviado; viene la noche, y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo.
LECTOR: Dicho esto escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo
(Jesús hace el gesto de tomar tierra y aplicar las manos en los ojos del ciego):
JESÚS: Ve a lavarte a las piscina de Siloé. (Se lava el ciego en la pila bautismal o en el recipiente puesto en un lugar visible)
LECTOR: El fue, se lavó y volvió con vista (el ciego eleva las manos y adora a Dios)
PRESIDENTE: Como el ciego del evangelio, también nosotros, en brazos de nuestra madrina, fuimos llevados un día, recién nacidos, a la pila bautismal, nueva piscina de Siloé. Recibimos entonces la vocación a vivir con Jesús y como Jesús. Las escamas de nuestros ojos se nos han caído en lagunas ocasiones cuando nuestra fe nos ha puesto en camino de compromisos concretos, de decisiones a favor de vivir como verdaderos cristianos. ¿Tenemos ahora los ojos abiertos? ¿Queremos vivir desde la vocación que hemos recibido a ser hijos del padre y hermanos? ¿O Dios es algo invisible y ajeno a nuestra estilo de vida?
(Pausa de meditación)
Hagamos un esfuerzo para reconocer quién nos envía hoy a lavarnos con objeto de recuperar la vista perdida. A las peticiones que ahora siguen podemos contestar todos:
T. AUMENTA NUESTRA FE
L1 Tú que eres el artesano y el arquitecto del universo, el dueño de la tierra y del barro, y nos has creado para vivamos según como hijos y como hermanos escucha nuestros deseos:
T. AUMENTA NUESTRA FE
L1 Tú que eres misericordia y justicia, defensor y abogado de los pobres y marginados, y que
llamas a muchos para que den testimonio en el mundo de tu amor fiel y providente, oye nuestra petición:
T. AUMENTA NUESTRA FE
L1 Tú que has enviado a Jesús para dar salud a los enfermos incurables y liberar a los que son esclavos, atiende nuestras súplicas:
T. AUMENTA NUESTRA FE
L1 Tú que quieres que los hombres y mujeres seamos colaboradores activos en la construcción de una nueva Humanidad según tu designio y nos llamas a vivir las exigencias más radicales del Evangelio, escucha nuestra plegaria:
T. AUMENTA NUESTRA FE
LECTOR: Los vecinos y los que antes solían verle pedir limosna preguntaban:
VECINO 1: ¿No es éste el que se sentaba a pedir?
VECINO 2: Esélmismo.
VECINO 3: No es él, pero se le parece.
CIEGO: Soy yo.
VECINO 1: ¿Y cómo se te han abierto los ojos?
CIEGO: Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo que fuese a Siloé y que me lavase. Entonces fui, me lavé y empecé a ver.
VECINO 2: ¿Dónde está él?
CIEGO: No lo sé.
(Canto:“Con vosotros está y no lo conocéis” CLN 723)
LECTOR: Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos se preguntaban cómo había adquirido la vista. El les contestó:
CIEGO: Me puso barro en los ojos, me lavé y veo.
LECTOR: Algunos de los fariseos comentaban:
FARISEO 1: Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.
LECTOR: Otros replicaban:
FARISEO 2: ¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?
LECTOR: Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego:
FARISEO 1: ¿Y tú que dices del que te ha abierto los ojos?
CIEGO: Que es un profeta.
LECTOR: Pero los judíos no se creyeron que aquél había sido ciego y había recibido la vista, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron.
FARISEO2: ¿Es éste vuestro hijo, de quien decís vosotros que nació ciego? ¿Cómo es que ve ahora?
LECTOR: Sus padres contestaron:
PADRE: Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos nosotros; y quién le ha abierto los ojos, tampoco lo sabemos.
MADRE: Preguntádselo a él que es mayor y puede explicarse.
LECTOR: Sus padres respondieron así porque tenían miedo a los judíos que ya habían acordado excluir de la sinagoga a quien reconociera a Jesús por Mesías. Por eso sus padres dijeron: “Ya es mayor, preguntádselo a él”. Llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron:
FARISEO 1: Confiésalo ante Dios: nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.
CIEGO: Si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo.
LECTOR: Le preguntaron de nuevo:
FARISEO 2: ¿Qué te hizo, cómo te abrió los ojos?
CIEGO: Se lo he dicho ya, y no me han hecho caso: ¿Para qué quieren oírlo otra vez? ¿también ustedes quieren hacerse discípulos suyos?
LECTOR: Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron:
FARISEOS (los dos): Discípulo de ése lo serás tú; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros
sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos de dónde viene.
CIEGO: Pues es lo raro: que ustedes no saben de dónde viene, y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que es religioso y hace su voluntad. Jamás se oyó decir que nadie le abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder.
FARISEOS(los dos): Empecatado naciste tú de pies a cabeza ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?
LECTOR: Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo había expulsado, lo encontró y le dijo:
JESÚS: ¿Crees tú en el Hijo del Hombre?
CIEGO: ¿Y quién es, Señor, para que crea en él?
JESÚS: Ya lo estás viendo, es el mismo que habla contigo.
CIEGO: Creo, Señor.
LECTOR: Y se postró ante él.
(Se postra ante Jesús y se canta un canto adecuado de adoración a Jesús como Señor)