El 16, 17 y 18 nos manifestaremos en todo el Estado contra la pobreza. Pero, ¿y si nos rebeláramos cada día contra la riqueza? Hablamos con el economista José Iglesias Fernández, para conocer qué vínculos existen entre una y otra y qué podemos hacer para acabar con las desigualdades.
José Iglesias Fernández es catedrático en Economía y Ciencias Sociales, miembro del Seminario de Economía Crítica Taifa, de la Mesa Cívica por la Renta Básica, de la Asociación EcoConcern-Innovació Social, y pertenece a las llamadas gentes de Baladre/Zambra. Es especialista en economía crítica del bienestar social en sus múltiples facetas (pobreza, marginación, desigualdad y protección social) y durante los últimos años ha prestado especial atención al estudio y divulgación de la renta básica. Con él analizamos la relación causa-efecto entre riqueza y pobreza.
¿Cuál es la causa de la riqueza?, ¿cuáles son las causas y los mecanismos que la originan?
En el Estado español, la intensidad de la pobreza depende del criterio con el cual se mide. […] Si tomamos como referencia la crisis actual, comprobamos como el gran capital se ha visto obligado a devaluar parte de su producción (caída del precio de la viviendas), infrautilizar parte de su capacidad productiva (sector de la construcción, automóvil y turismo), a la vez que repercute sobre el pequeño capital y, unas empresas y otras destruyen los puestos de trabajo creados en momentos de crecimiento. Por lo tanto, los pobres son un producto del capital y no algo independiente del cual es difícil saber sus causas. En una sociedad capitalista los puestos de trabajo los crea el capital; y si hay pobres, será porque el capital es incapaz de crear los puestos de trabajo y de remunerarlos por encima del umbral de pobreza. La pobreza que padecen millones de personas en el mundo es una de las razones para estar en contra de este sistema.
La riqueza viene concentrándose en muy pocas manos, en muy pocas familias. En el Informe de economía nº 4 de Taifa, Hay pobres porque hay muy, muy ricos, una de las conclusiones sobre la concentración de riqueza* en el Estado español es que el 10% de los declarantes concentra el 50% del patrimonio declarado*.
¿Es posible reducir la pobreza sin alterar los niveles de riqueza monetaria?
Si, como explicamos anteriormente, la pobreza es estructural, consustancial al sistema, es decir, que se origina debido a la necesidad de acumulación privada de la riqueza, la pobreza no es posible reducirla (más que en unas décimas), y mucho menos desterrarla sin eliminar el capitalismo.