El ser humano necesita el pan para vivir; y algo más: tender el oído hacia Dios, aceptar su palabra e incluso comerla.

El ser humano necesita el pan para vivir; y algo más: tender el oído hacia Dios, aceptar su palabra e incluso comerla.
Las riquezas de los magos se convierten en don-regalo hecho a un pobre perseguido, acechado por la muerte ya desde la cuna.
No voy a hablar de la pobreza o de la riqueza en sí, sino de la pobreza o de la riqueza de los religiosos.
¿Son bienaventurados los pobres por el hecho de ser pobres o la pobreza ha de tener algo específico para ser bienaventurada?
Antes que pueblo del libro, Israel es el pueblo de la palabra vivida, predicada, trasmitida y celebrada.
¿Dónde están los profetas que en otro tiempo nos dieron las esperanzas y fuerzas para andar, para andar?
Cuando nos dirigimos al Padre del cielo, ¿somos plenamente conscientes de las deudas contraídas con él?; ¡…si nos condonara esas deudas…!
Las riquezas que arrancamos del fondo del lago tienen una finalidad sublime: ayudar a nuestros hermanos.
El ser humano necesita el pan para vivir; y algo más: tender el oído hacia Dios, aceptar su palabra e incluso comerla.
Las riquezas de los magos se convierten en don-regalo hecho a un pobre perseguido, acechado por la muerte ya desde la cuna.
No voy a hablar de la pobreza o de la riqueza en sí, sino de la pobreza o de la riqueza de los religiosos.