No hay tiempo que perder, los acontecimientos se precipitan. La Palabra del Señor nos dice cómo convertir la muerte en vida, los llantos en cantares, la tristeza en gozo. Es la paradoja del Evangelio: “Os aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
Autor
Ángel Moreno
Situación límite (IV Sábado de Cuaresma)
A medida que avanzamos en el tiempo de Cuaresma, nos aproximamos a la celebración de los acontecimientos de la Pasión y muerte del Señor, fechas para tener aún más sensibilidad hacia quienes sufren y padecen injustamente por diversos motivos.
La muerte del Justo (IV Viernes de Cuaresma)
El viernes es día consagrado especialmente a contemplar la Pasión de Cristo. Las lecturas escogidas por la Iglesia para hoy centran su mensaje en la persecución del hombre justo…
El esposo de María, la Madre de Dios (IV Jueves de Cuaresma – San José)
Hoy la liturgia interrumpe su aspecto penitencial, para rendir homenaje a quien Dios escogió como custodio y protector de su familia, al patriarca san José.
Las entrañas de Dios (IV Miércoles de Cuaresma)
Quizá tú también, como el pueblo de Israel en tiempos del exilio, tengas la sensación de que Dios te ha olvidado, o que no responde a tus súplicas. Si es así, escucha la palabra del profeta y da fe a lo que te dice Dios, que se muestra con una solicitud inimaginable: “Sión decía: "Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado."
La alegría de la salvación (IV Lunes de Cuaresma)
La pedagogía de la Iglesia se deja sentir en la selección de los textos litúrgicos que se comienzan a proclamar en la cuarta semana de Cuaresma, en la que se nos ofrece la lectura del evangelio de san Juan, como referencia continua hasta la Pascua.
La soledad de María. (14 de mayo)
Al dejar entrar en mí la mirada de la imagen, como abstraída, sin relación externa donde fijarla, en una pregunta interior -¿por qué tanto destrozo, tanta barbarie, tanta violencia?-, pregunta difícil de responder, me ha venido el recuerdo de tantos seres humanos despojados de su dignidad, sin patria, sin familia, sin techo, sin identificación.
5 de Mayo, Motivo permanente de esperanza
La paz que nos ofrece Jesucristo es interior, profunda, estable, coincidente con el bien hacer, y compañera de la voluntad divina, fruto de la fe en quien es el dador de la paz suprema, la que no está a merced de circunstancias pasajeras, ni de las fluctuaciones emocionales.
4 de Mayo, la Virgen Niña
La niña María se nos muestra con un libro de oración, en actitud de meditar, ejemplo de quien se alimenta de la lectio divina. En ella podemos contemplar la belleza del alma.
3 de mayo. Santa Ana con la Vírgen
El papa Francisco recuerda constantemente el riesgo que corren los niños y los ancianos de sufrir descartes y de ser marginados o desechados en una sociedad especulativa como la actual.
2 de mayo, La Inmaculada
Contemplamos a María, la llena de gracia, la Inmaculada, pintada por Zurbarán, como si estuviera aún en el pensamiento de Dios, en las nubes. Y en una yuxtaposición de planos, a la vez que niña, como mujer vestida de sol y la luna por pedestal, como canta el Apocalipsis.