Autor

Ángel Moreno

Los dos testigos

Los dos testigos

En los relatos evangélicos de las escenas de Pascua, con frecuencia aparecen cifras, números, referencias simbólicas en clave cabalística o jurídica. Es el caso del número dos.

La Comunidad

La Comunidad

Al referir el modo de vida de los primeros cristianos, se ha podido mitificar la paz, la convivencia, la armonía en la que se relacionaban, y desde esa referencia sentir cierta desafección actual por la Iglesia.

El discípulo amado

El discípulo amado

Entre los testigos de Pascua, destaca el discípulo amado, el primero que creyó en la resurrección, él que reconoció al Señor a la orilla del Lago de Tiberiades.

María Magdalena

María Magdalena

Pocas veces un hecho relacionado con la vida de Jesús es avalado por los cuatro Evangelios, ni siquiera la Cena Pascual es descrita por todos, sin embargo, los cuatro evangelistas dan cuenta de la presencia de María Magdalena

El tiempo nuevo

El tiempo nuevo

A la luz de las escenas de Pascua, se comprende que aquel primer día de la semana, Jesús no se quedó en el seno de su Padre, gozando de la intimidad entrañable, amorosa que tanto anhelaba, mientras caminaba por Galilea, Judea y Samaría.

La noche

La noche

Podría parecer una contradicción que en Pascua, fiesta de la luz, del día sin ocaso, del dominio de la vida sobre la muerte, de Cristo resucitado, evoquemos la noche como icono pascual.

17 DE DICIEMBRE: Gn 49, 1-2. 8-10; Sal 71; Mt 1, 1-17)

17 DE DICIEMBRE: Gn 49, 1-2. 8-10; Sal 71; Mt 1, 1-17)

Comienza la cuenta atrás. A ocho días de la Navidad, la Liturgia interrumpe el orden de los días naturales de la tercera semana para cambiar el leccionario de los días del calendario. Es como el octavario de preparación inmediata a las fiestas cristianas más entrañables.

II VIERNES DE ADVIENTO: (Is 48, 17-19; Sal 1; Mt 11, 16-19)

II VIERNES DE ADVIENTO: (Is 48, 17-19; Sal 1; Mt 11, 16-19)

 ¡Qué distinto es saberse acompañado, guiado, esperado, de caminar en solitario, anónimo, sin que nadie sepa de tus anhelos y deseos!

El profeta nos asegura que Dios es nuestro Maestro, nuestro Guía y, Compañero, como lo fue del pueblo de Israel a lo largo de la travesía del desierto.

II MIÉRCOLES DE ADVIENTO  (Is 40, 25-31; Sal 102; Mt 11, 28-30)

II MIÉRCOLES DE ADVIENTO (Is 40, 25-31; Sal 102; Mt 11, 28-30)

Con frecuencia nos sorprendemos al observar cómo algunas personas parecen incansables, a pesar incluso de su edad, y de sus muchas tareas. No son los estímulos humanos los que dan fuerza a quienes entregan su vida por amor. Han encontrado el tesoro de la esperanza.

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