Que todas mis intenciones acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de tu divina Majestad.

Que todas mis intenciones acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de tu divina Majestad.
Enséñanos a sabernos pequeños pero no despreciables, siervos pero no esclavos, pobres, pero verdaderos hijos tuyos.
‘Tarde te amé, hermosura siempre antigua y siempre nueva, tarde te amé…Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo’.
Que cada una de nuestras células sea un verso estremecido, y cada sentido de nuestro cuerpo una estrofa llena de luz.
Hoy inauguramos esta nueva sección con la Carta a una singular mujer, pentapléjica, que acaba de morir en Logroño. Un caso que rompe todos los esquemas. Vean si no.
Soy pobre, pero tengo una pequeña flauta llena de música, que suena siempre para ti.
Me pregunto si eras un buscador de Dios, o acaso una presa atrapada por él, como Jeremías.
Ayúdanos a descubrir tu proyecto sobre nosotros, a interpretarlo, a asumirlo, a realizarlo plenamente.
Cierto día escribiste que las vidas de los santos son una especie de comentario al evangelio. Sin imaginarlo, estabas definiendo la tuya.
Padre, sabemos que nos conoces y nos amas. Gracias, Abbá. Nos ponemos en tus manos.
Contra Cristo o a favor de él, fuiste siempre una fiera que sabía rugir o acariciar, como todos los leones de raza.