Salmo de un enfermo del corazón

Salmo de un enfermo del corazón
Hoy queremos contemplarte en los presos de todas las cárceles del mundo.
Que en cada rostro humano acertemos a descubrir los ojos de un hijo tuyo.
Lo comprobamos nosotros mismos, poniendo la mano sobre nuestro corazón.
Que sepa hacerte visible en el centro de mi comunidad que es la tuya.
Señor Jesús, gracias por haberme llamado a cuidar a mis hermanos enfermos.
Señor, el que amas está enfermo, y tú vas a curarlo porque eres el médico y la medicina de Dios. Por eso te damos gracias. Sólo tú posees el secreto de la salud y de la vida.
Bajo las olas agitadas del odio, cuánta bondad, Señor, y cuánto amor hay en nuestro mundo.
Salmo de un enfermo del corazón
Hoy queremos contemplarte en los presos de todas las cárceles del mundo.
Que en cada rostro humano acertemos a descubrir los ojos de un hijo tuyo.