Pasado ya un tiempo desde tu muerte, tus reflexiones siguen teniendo la misma frescura que el primer día.
Autor
Ángel Sanz Arribas, cmf
Madre de la Palabra
Líbranos, de las interferencias de nuestro egoísmo para que vivamos abiertos interiormente al evangelio de Jesús.
Espíritu Divino
Ven, Espíritu Paráclito, concede hoy a tu Iglesia, reunida en el Cenáculo, con María, la experiencia de Pentecostés.
Quédate con nosotros
Tu Palabra, Señor, es luz, no te alejes de nosotros, que estamos a oscuras.
Raïsa Maritain (1883 – 1960)
Lo que importa es tu condición de buscadora de Dios a lo largo de toda tu existencia.
Ante el Crucificado
Hemos venido para oír tu voz que resuena como un grito silencioso en el corazón de todos los seres.
Consagrados
Danos la fuerza de tu Espíritu para responder con fidelidad a tu llamada.
Adrienne Von Speyr (1902 – 1967)
Toda una existencia de unión mística y de misión eclesial, cuando sólo Dios es capaz de llenar tu horizonte.
Ayúdanos a cruzar el desierto
Ojos que arden como lámparas votivas alumbrando el más profundo centro de nuestra alma.
Antoine De Saint-Exupéry (1900 – 1944)
Algunas sentencias tuyas ya no te pertenecen, circulan anónimas por los libros y la gente las cita de memoria.
Invocación a María
Una bella y sencilla oración para recitar antes de la ‘Lectio Divina’