Con poco que expliquemos, los niños y las niñas, que se aburren cuando escuchan discursos ideológicos, comprenderán que vivimos en un grave pecado de despilfarro.
Autor
Antonio Orantos, cmf
Encarnación y tarea educativa
Con poco que expliquemos, los niños y las niñas, que se aburren cuando escuchan discursos ideológicos, comprenderán que vivimos en un grave pecado de despilfarro.