Ante el sufrimiento humano siempre surse la presunta sobre el papel que juega Dios ante esta situación. ¿Podemos hablar de un Dios sádico o más bien de un Dios benévolo y misericordioso? A estas y otras preguntas quiere responder este artículo

Ante el sufrimiento humano siempre surse la presunta sobre el papel que juega Dios ante esta situación. ¿Podemos hablar de un Dios sádico o más bien de un Dios benévolo y misericordioso? A estas y otras preguntas quiere responder este artículo
María es madre. Es La Madre por excelencia. Y esto la conviene en la intercesora por excelencia, aquella a quien nos dirigimos deforma espontánea mientras se desgrana en nuestros labios una petición de ayuda, de consuelo, de luz para nuestras vidas, sin
Ante el sufrimiento humano siempre surse la presunta sobre el papel que juega Dios ante esta situación. ¿Podemos hablar de un Dios sádico o más bien de un Dios benévolo y misericordioso? A estas y otras preguntas quiere responder este artículo
María es madre. Es La Madre por excelencia. Y esto la conviene en la intercesora por excelencia, aquella a quien nos dirigimos deforma espontánea mientras se desgrana en nuestros labios una petición de ayuda, de consuelo, de luz para nuestras vidas, sin