El creyente experimenta una profunda satisfacción siguiendo la llamada interior de darse a los otros sin esperar nada.
Autor
Ciudad Redonda, U.S. Catholic
7. Kathleen Norris: Una nueva/vieja inclinación al pecado
Durante años dejé que la palabra pecado me resbalara, sin comprometer a mi conciencia o a mi percepción.
6. Santa Teresa de Ávila
La escena de la oración en el huerto, fue reconfortante para mí; trataba de ser su compañía en ese momento.
4. Thomas Moore: Limpiar el alma
La Cuaresma debería conducirte a un punto de intensidad espiritual tal que el Triduo de la Semana Santa toque el misterio de tu propia existencia.
1. Henri J. M. Nouwen: Una oración el miércoles de ceniza
¿Cómo puedo celebrar con plena alegría la resurrección cuando he evitado participar en su muerte?
3. Madre Teresa: Morir y resucitar
Ayúdanos a aceptar los sufrimientos y los conflictos que vienen a nosotros cada día como oportunidades para crecer y parecernos más a ti.
12. Edith Stein (Santa Teresa Benedicta de la Cruz, O.C.D.): Que se haga tu voluntad
“Que se haga tu voluntad”, en su plena extensión, debe ser la guía de la vida cristiana.
11. M. Scott Peck: Confesión comunitaria
Pensamos en la confesión como un acto que debería hacerse en secreto, la realidad es que todo ser humano está roto y es vulnerable.
10. San Francisco de Sales: Santa Soledad
Siempre recuerda retirarte a menudo a la soledad de tu corazón incluso cuando estés envuelto en debates y actos sociales.
9. Kathleen O. Chesto: Ayudar de las cosas rápidas
Esta Cuaresma, por al menos un día, intenta ayunar de las cosas rápidas, de la precipitación que vacía tanto que te acaba.
8. Juan Pablo II: Darse a si mismo
El creyente experimenta una profunda satisfacción siguiendo la llamada interior de darse a los otros sin esperar nada.