El curso de la liturgia cristiana pivota sobre las tres Pascuas: Navidad, Resurrección, Pentecostés. A cada una le precede un tiempo. A la Navidad nos dispone el Adviento, tiempo morado, de color penitencial. Dios va a nacer. ¿Cuántas veces hemos oído hablar del Adviento?
Autor
Conrado Bueno, cmf
Vas de camino
Es hora de Pentecostés, hora de Espíritu. Sé que los apóstoles te circundan, aunque no los vea. ¿No llevas a Jesús? Está en la esperanza: Pronto nos enviará su Espíritu.
Cerca de la cruz
María se queda sin Hijo, y se llena de hijos; es Madre hasta de los asesinos de su Hijo.
GRACIAS, POR LA VOCACIÓN RECIBIDA
No sé si soy un cura “conciliar”, pero sí que, por escueto tiempo biográfico, soy un cura “del Concilio”
María, en la experiencia mística.
Mística evoca espiritualidad, transcendencia, honda energía, inspiración del Espíritu, profundidad.
Adviento, esperando, esperando
El curso de la liturgia cristiana pivota sobre las tres Pascuas: Navidad, Resurrección, Pentecostés. A cada una le precede un tiempo. A la Navidad nos dispone el Adviento, tiempo morado, de color penitencial. Dios va a nacer. ¿Cuántas veces hemos oído hablar del Adviento?
Vas de camino
Es hora de Pentecostés, hora de Espíritu. Sé que los apóstoles te circundan, aunque no los vea. ¿No llevas a Jesús? Está en la esperanza: Pronto nos enviará su Espíritu.
Cerca de la cruz
María se queda sin Hijo, y se llena de hijos; es Madre hasta de los asesinos de su Hijo.
GRACIAS, POR LA VOCACIÓN RECIBIDA
No sé si soy un cura “conciliar”, pero sí que, por escueto tiempo biográfico, soy un cura “del Concilio”
María, en la experiencia mística.
Mística evoca espiritualidad, transcendencia, honda energía, inspiración del Espíritu, profundidad.