Las palabras y consejos valen muy poco si el ejemplo y la vida de quienes rodean a los hijos no es una permanente certificación de lo que se predica.

Las palabras y consejos valen muy poco si el ejemplo y la vida de quienes rodean a los hijos no es una permanente certificación de lo que se predica.
Las palabras y consejos valen muy poco si el ejemplo y la vida de quienes rodean a los hijos no es una permanente certificación de lo que se predica.