A través de esa palabra, Dios se dirige a la realidad más honda de la persona, nos orienta para que lleguemos a humanizar nuestro mundo, nuestra persona, todo lo que somos.

A través de esa palabra, Dios se dirige a la realidad más honda de la persona, nos orienta para que lleguemos a humanizar nuestro mundo, nuestra persona, todo lo que somos.
A través de esa palabra, Dios se dirige a la realidad más honda de la persona, nos orienta para que lleguemos a humanizar nuestro mundo, nuestra persona, todo lo que somos.