Una Madre como María, entonces como ahora, hace posible dentro de la Iglesia la unidad la reconciliación y la armonía de todos sus hijos.

Una Madre como María, entonces como ahora, hace posible dentro de la Iglesia la unidad la reconciliación y la armonía de todos sus hijos.
El Espíritu es la causa de la alegría que la inunda por completo. Sucede igual que a Jesús, cuando éste se alegraba, lo hacía en el Espíritu Santo.
«Junto a la cruz de Jesús estaba su madre…» (Jn 19,25)
Una Madre como María, entonces como ahora, hace posible dentro de la Iglesia la unidad la reconciliación y la armonía de todos sus hijos.
El Espíritu es la causa de la alegría que la inunda por completo. Sucede igual que a Jesús, cuando éste se alegraba, lo hacía en el Espíritu Santo.
«Junto a la cruz de Jesús estaba su madre…» (Jn 19,25)