El Espíritu conduce al Cenáculo, a la Casa cerrada del Encuentro. Y allí estalla en mil lenguas de fuego para modelar y transfigurar una vieja comunidad.
Autor
José Cristo Rey García Paredes cmf
Soñar lo imposible para llegar a lo imprevisible! «Tienes que nacer de nuevo».
Leemos y escuchamos durante estos días muchos pronósticos respecto al Post-Coronavirus: unos rebosan optimismo, otros escepticismo, otros pesimismo. El Evangelio de este día nos ofrece una clave alternativa, por parte de Jesús. Y es válida también para la Iglesia y sus comunidades.
La resurrección ha cambiado el escenario del mundo: “¡Creo, pero aumenta mi fe!”
Al compás de la liturgia de esta Semana Santa -en aislamiento- y celebrada en comunidad doméstica- hemos ido pasando de una experiencia a otra. Durante estos “Tres Días” últimos hemos pasado del Cenáculo a Getsemaní, de los tribunales al Calvario, del Calvario a la Tumba, con una tremenda confesión: “descendió a los infiernos”. Hoy es el día de Resurrección .
¿PASIÓN POR DIOS? Indiferentes ante la religión
Pasó el tiempo de los apasionados ateísmos. Pasó también el tiempo de las apasionadas defensas de Dios. Hoy se habla poco de Dios. El número de los no-creyentes sigue creciendo en los países hasta ahora llamados cristianos.
LA “REVOLUCIÓN DEL AMOR Y LA TERNURA”: ¿nuevas generaciones hacia la vida consagrada?
Hay pensadores que tienen una visión positiva de nuestro tiempo. No niegan sus problemas, sus dificultades, sus fallos. Pero son capaces de mostrar cómo nos encontramos en la “época del espíritu”. Espíritu se puede escribir con mayúscula o minúscula.
¡Empequeñecer al otro! Pasar del desprecio al aprecio
Creo que Stuart Mill fue quien dijo: “un estado que empequeñece a sus hombres, para que puedan ser más dóciles en sus manos, hallará que con hombres pequeños ninguna cosa grande puede ser realizada”. Hoy podríamos decirlo de otra manera; tal vez, con más acritud. La sociedad que empequeñece a sus hombres, nunca realizará obras grandes.
Pentencostés, o salir del cenáculo
El Espíritu conduce al Cenáculo, a la Casa cerrada del Encuentro. Y allí estalla en mil lenguas de fuego para modelar y transfigurar una vieja comunidad.
Soñar lo imposible para llegar a lo imprevisible! «Tienes que nacer de nuevo».
Leemos y escuchamos durante estos días muchos pronósticos respecto al Post-Coronavirus: unos rebosan optimismo, otros escepticismo, otros pesimismo. El Evangelio de este día nos ofrece una clave alternativa, por parte de Jesús. Y es válida también para la Iglesia y sus comunidades.
La resurrección ha cambiado el escenario del mundo: “¡Creo, pero aumenta mi fe!”
Al compás de la liturgia de esta Semana Santa -en aislamiento- y celebrada en comunidad doméstica- hemos ido pasando de una experiencia a otra. Durante estos “Tres Días” últimos hemos pasado del Cenáculo a Getsemaní, de los tribunales al Calvario, del Calvario a la Tumba, con una tremenda confesión: “descendió a los infiernos”. Hoy es el día de Resurrección .
¿PASIÓN POR DIOS? Indiferentes ante la religión
Pasó el tiempo de los apasionados ateísmos. Pasó también el tiempo de las apasionadas defensas de Dios. Hoy se habla poco de Dios. El número de los no-creyentes sigue creciendo en los países hasta ahora llamados cristianos.
LA “REVOLUCIÓN DEL AMOR Y LA TERNURA”: ¿nuevas generaciones hacia la vida consagrada?
Hay pensadores que tienen una visión positiva de nuestro tiempo. No niegan sus problemas, sus dificultades, sus fallos. Pero son capaces de mostrar cómo nos encontramos en la “época del espíritu”. Espíritu se puede escribir con mayúscula o minúscula.