Autor

José Cristo Rey García Paredes cmf

No se encontraron resultados

La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.

Día 21: PRESENCIA DE MARIA EN EL PENTECOSTÉS DE LA IGLESIA

Día 21: PRESENCIA DE MARIA EN EL PENTECOSTÉS DE LA IGLESIA

Los fieles cristianos, aunque esparcidos por el haz de la tierra, comunican o están en comunión entre sí por medio del Espíritu Santo. Se puede decir que en esta unión entre los creyentes se realiza constantemente el Misterio de Pentecostés…en compañía de María, la madre de Jesús… En este tiempo de vela, María… está presente en la misión y la obra de la Iglesia, que introduce en el mundo el Reino de su hijo (RM, 28).

Día 22: MARIA ¡MISTERIOSA PRESENCIA!

Día 22: MARIA ¡MISTERIOSA PRESENCIA!

La presencia de María encuentra múltiples medios de expresión… En la fe de María se ha vuelto a abrir por parte del hombre aquel espacio interior en el cual el eterno Padre puede colmarnos «con toda clase de bendiciones espirituales». el espacio de la nueva y eterna alianza. Este espacio subsiste en la Iglesia (RM, 28).

Día 23: MARÍA EN SU PLENITUD: LA ASUNCIÓN

Día 23: MARÍA EN SU PLENITUD: LA ASUNCIÓN

La peregrinación de la fe ya no pertenece a la madre del Hijo de Dios; glorificada junto al hijo en los cielos, María ha superado ya el umbral entre la fe y la visión «cara a cara» (RM, 6).

Día 24: MARÍA EN LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS

Día 24: MARÍA EN LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS

María, par su mediación subordinada a la del Redentor, contribuye de manera especial a la unión de la Iglesia peregrina en la tierra con la realidad escatológica y celestial de la comunión de los santos, habiendo sido ya asunta a los cielos (RM, 41).

Día 25: EL MAGNIFICAT Y EL DIOS DE MARÍA

Día 25: EL MAGNIFICAT Y EL DIOS DE MARÍA

Cuando Isabel saludó a la joven pariente que llegaba de Nazaret, María respondió con el Magníficat. Lo que en el momento de la anunciación permanecía oculto en la profundidad de la obediencia de la fe ahora se maníficat esta como una llama del espíritu, clara y vivificante. Las palabras usadas por María en el umbral de la casa de Isabel constituyen una inspirada profesión de su fe… en ellas se vislumbra la experiencia personal de María, el éxtasis de su corazón (RM, 36).