Hemos hablado y escrito, mucho y bien, de la pobreza, pero de una manera general y abstracta, sin bajar demasiado a normas concretas, a priori consideradas inaplicables a todos y en todas partes.

Hemos hablado y escrito, mucho y bien, de la pobreza, pero de una manera general y abstracta, sin bajar demasiado a normas concretas, a priori consideradas inaplicables a todos y en todas partes.
Hemos hablado y escrito, mucho y bien, de la pobreza, pero de una manera general y abstracta, sin bajar demasiado a normas concretas, a priori consideradas inaplicables a todos y en todas partes.