Si la vocación es confianza y disponibilidad, el Corazón de María es el modelo perfecto de una entrega que es fruto de su fe obediente, de su fiarse totalmente de Dios. Ella perseveró hasta la cruz, con un corazón audaz.

Si la vocación es confianza y disponibilidad, el Corazón de María es el modelo perfecto de una entrega que es fruto de su fe obediente, de su fiarse totalmente de Dios. Ella perseveró hasta la cruz, con un corazón audaz.
El lema de este año «El Espíritu Santo y el sacerdocio» es una invitación a que, supliquemos el envío de su Espíritu que suscite, forme y santifique a los sacerdotes.
En este año Sacerdotal en el que celebramos el 150 aniversario de la muerte de san Juan María Vianney nos reunimos para orar por las vocaciones para el ministerio sacerdotal y la vida consagrada.
¿está o no está el Señor en medio de nosotros?
Seguimos en el viaje de la Cuaresma que inauguramos el Miércoles de Ceniza. Estamos viviendo una Cuaresma centrada en torno al misterio de nuestra vocación. Hoy el Señor nos invita a dejarnos deslumbrar por su destello transfigurado.
La primera lección que se nos propone en este primer domingo es la de no ser ingenuo.
Hace poco otro claretiano, éste gran amigo mío, dejó el sacerdocio. Como siempre fue muy doloroso para todos. Como suele suceder, hubo comentarios diversos al respecto. Y, entre otras, escuché una frase que me desconcertó. Alguien interpretó esa salida diciendo: "Eso es muy humano".
Si la vocación es confianza y disponibilidad, el Corazón de María es el modelo perfecto de una entrega que es fruto de su fe obediente, de su fiarse totalmente de Dios. Ella perseveró hasta la cruz, con un corazón audaz.
El lema de este año «El Espíritu Santo y el sacerdocio» es una invitación a que, supliquemos el envío de su Espíritu que suscite, forme y santifique a los sacerdotes.
En este año Sacerdotal en el que celebramos el 150 aniversario de la muerte de san Juan María Vianney nos reunimos para orar por las vocaciones para el ministerio sacerdotal y la vida consagrada.
¿está o no está el Señor en medio de nosotros?