Yo soy la abogada de los pecadores ante mi Hijo. Él me ha prometido escuchar mi plegaria para quienes me alegran al pedir a través de mi persona la Vida Eterna.

Yo soy la abogada de los pecadores ante mi Hijo. Él me ha prometido escuchar mi plegaria para quienes me alegran al pedir a través de mi persona la Vida Eterna.
Esta representación mariana expresa, la devoción del pueblo a la Madre de Dios y de los hombres, modelo de discípula e interecesora nuestra ante el gran Mediador, Cristo Jesús.
Yo soy la abogada de los pecadores ante mi Hijo. Él me ha prometido escuchar mi plegaria para quienes me alegran al pedir a través de mi persona la Vida Eterna.
Esta representación mariana expresa, la devoción del pueblo a la Madre de Dios y de los hombres, modelo de discípula e interecesora nuestra ante el gran Mediador, Cristo Jesús.