La evangelización no se reduce al anuncio explícito del Evangelio, sino que asume la transformación de toda la persona humana y de la sociedad.
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La evangelización no se reduce al anuncio explícito del Evangelio, sino que asume la transformación de toda la persona humana y de la sociedad.
La fe, en cuanto comporta la transformación de la persona según el Evangelio, no sólo entra en el proceso global y permanente de su educación, sino que debe vertebrarlo y determinarlo.
Hoy la catequesis abarca tanto la educación inicial, normalmente dirigida a bautizados, como la formación permanente.
Todo grupo humano somete a sus «candidatos» a una «iniciación» o «aprendizaje».
El Evangelio no se identifica con ninguna cultura y las trasciende todas.
Hace referencia a determinados acontecimientos sociales que indican el espíritu o la orientación de una época o medio cultural.
Es ante todo alguien que ha recibido de Dios una llamada y una misión, acompañadas de la fuerza necesaria para hablar al pueblo en su nombre.
La evangelización no se reduce al anuncio explícito del Evangelio, sino que asume la transformación de toda la persona humana y de la sociedad.
La fe, en cuanto comporta la transformación de la persona según el Evangelio, no sólo entra en el proceso global y permanente de su educación, sino que debe vertebrarlo y determinarlo.
Hoy la catequesis abarca tanto la educación inicial, normalmente dirigida a bautizados, como la formación permanente.
Todo grupo humano somete a sus «candidatos» a una «iniciación» o «aprendizaje».